CONSULTORIO DE FAMILIA. Pareja de 32 años de matrimonio

CONSULTORIO DE FAMILIA. Pareja de 32 años de matrimonio

Pregunta de la lectora: Somos una pareja que tiene 32 años de matrimonio, mi esposo posterga la relación sexual. Veo un gran desinterés en él. Antes lo buscaba, acariciaba, trataba de excitarlo, pero de todos modos, no me respondía. He terminado enojándome. Nos queremos, nos entendemos. No creo que me esté siendo infiel. ¿Qué podría estar pasando?

Respuesta de la terapeuta: Es importante que ustedes busquen orientación con un profesional experto en sexología. A partir de los 45 años es pertinente una evaluación médica con la finalidad de descartar alguna causa médica que pudiera afectar la respuesta sexual.

La evaluación diagnóstica deberá incluir la posibilidad de depresión. Esta puede estar encubierta y afectar la conducta sexual.

La respuesta sexual de ambos se evaluará a partir del proceso de la menopausia y la andropausia. Y cómo se está dando esta complementariedad. Su pareja está pasando por un proceso en el que están implicados ciertos fenómenos fisiológicos y psicoemocionales. como el síndrome del climaterio, considerado como el período de transición entre la juventud y la vejez del hombre.

Recomiendo que conversen con el especialista sobre los cambios que han estado experimentando; el conocimiento les ayudará a mejorar la calidad de vida sexual.

El desconocimiento, no saber lo que le está pasando, puede provocar angustias y miedos, y sobre todo evitar la sexualidad por temor a no tener la ejecución deseada.

En sexología se suele hablar de la procrastinación de la sexualidad para referirse a la evitación o postergación consciente para no afrontar el problema que está presentando. La persona se encierra, se vuelve rígida en un actitud, frente a sí misma y su pareja, obviando la sexualidad.

Lo que podría activar un conflicto mayor.

Le sugiero revisar con cautela los estereotipos y mitos que se han construido en torno a la sexualidad. La respuesta sexual se ha centrado en las relaciones coitales como la única forma de gratificación sexual en la pareja, dejando de lado otras formas de expresiones sexuales y eróticas.

Hay que aprender a vivir la sexualidad y el erotismo como fuentes de placer, aunque no estén centrados en la penetración.

En adultos mayores, con cargas culturales falocráticas han hecho creer que si no hay una erección potente con penetración no hay buena sexualidad.

 

Publicaciones Relacionadas