CONSULTORIO DE FAMILIA. Problemas en mi matrimonio

CONSULTORIO DE FAMILIA. Problemas en mi matrimonio

Soraya Lara de Mármol

Pregunta de la lectora: Tengo problemas en mi matrimonio, ya no sé qué hacer. Tengo 8 años de casada y creo que no puedo aguantar más. Siento que mi marido ya no me quiere. ¿Cree que debo seguir luchando por ese amor?

Respuesta de la terapeuta:
Quien se encuentra enamorada de su pareja y cree que debe luchar por lo que ama, tiene el derecho a hacerlo.
Dependerá de cada persona, su forma de amar y su estilo de apego. Solo usted sabe qué le gustaría hacer.

Todas las personas tienen deseo de ser amadas, reconocidas, tomadas en cuenta, ser acariciadas y miradas con calidez.
Es por eso que duele emocionalmente cuando no se recibe de la pareja lo esperado y lo necesitado.

Sentirse no amada, crea una sensación de vacío, de abandono.
Los neuroquímicos del amor se desequilibran y se busca por todos los medios lograr el balance en la relación para sentirse bien y estable.

Pensar en una separación puede activar la angustia, es en ese momento cuando se busca la reconciliación.
El malestar ante la sensación de abandono, puede ser insoportable.
Se busca el reencuentro, que puede ser transicional, porque solo sirve para aliviar, pero no para amarse de forma madura y relajada.

Cuando se toma la decisión de separarse y se logra, poco a poco la persona va recuperándose, retoma su rutina y las actividades diarias, su autoestima comienza a mejorar.
Nuevos vínculos de amistad aparecen y la actitud frente a la vida se hace mucho más flexible y optimista de cara al futuro. ¡Claro! dependerá de la resiliencia de la persona.

Otras personas quedan atrapadas en un apego inseguro, relación fusionada más por miedo a la separación y a la soledad, que por la separación misma.
Llegan a creerse que no pueden vivir sin el otro. Se fusionan de una manera tal, que pierden su sentido de identidad.

El mapa de amor estructurado desde su temprana infancia es el que le está marcando los pasos de amor actual.
El tipo de apego, las experiencias tempranas de amor con sus figuras parentales y la historia de vida formarán parte de su ecología del amor.

Si su pareja no reacciona, no la toma en cuenta, no le dibuja en su rostro el amor y la alegría, es probable que el amor se haya mudado de casa sin decir nada.

El amor es una expresión libre.

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