CONSULTORIO DE FAMILIA. Sexo antes de casarme

CONSULTORIO DE FAMILIA. Sexo antes de casarme

Pregunta de la lectora: Estuve en tratamiento por un Trastorno de Ansiedad Generalizado. Fui diagnosticada por una psiquiatra. Tenía mucha presión con mi novio. Tenía que resolverle todo y, además, me atacaba e insultaba permanentemente. Tuve otra relación. Había jurado, ante Dios, por mi creencia religiosa que no tendría sexo antes de casarme, pero fallé. La culpa me atormenta. ¿Cree que estoy en pecado? Fallé a mi promesa y a Dios.

Respuesta de la terapeuta: Por lo que explica tenía varios factores asociados al estrés, quizás, esta última acción fue desencadenante para que apareciera el Trastorno de Ansiedad.

El sentimiento de culpa podría estar asociado a su sistema de creencias y su sensación de fallarse a sí misma y a su promesa. Dios concede el perdón a las personas que sienten un arrepentimiento verdadero. Creo que ya lo tiene concedido.

Culparse por una decisión que usted tomó conscientemente y como persona adulta, no tiene sentido. Lo importante es lo que puede hacer para mantenerse apegada a sus creencias religiosas.

Es probable que si habla con el consejero de la iglesia podrá liberarla de la culpa. Es parte de su misión. Redundar sobre la culpa podría desencadenar otra crisis de ansiedad.

Si usted tiene tendencia a pensamientos obsesivos, la culpa los rondará y retroalimentándose. Se reciclan de la siguiente forma: piensa en lo que hizo, luego en por qué lo hizo, por qué lo evitó, en el temor a no ser perdonada y, sobre todo, en autocastigarse. Ese entramado de pensamientos no la deja avanzar hacia la superación.

Si su líder de la iglesia no está sobrecargado de prejuicios le podrá ayudar. La fe busca liberar no atar a la culpa, por lo menos en estos tiempos en los que las iglesias son más flexibles.

Usted, como todo ser humano, tiene la oportunidad, de acuerdo a sus creencias, de retomar la vida con actitud positiva y liberadora de sentimientos culposos que la lleven a la ansiedad severa.

Antes de hablar con su consejero valore las gratificaciones sexuales del encuentro. Quizás la experiencia sexual fue satisfactoria y disfrutada; quizás no fue afectada la sexualidad.

Discuta con su psiquiatra y su consejero espiritual sobre sexualidad, disfrute y creencia religiosa.
Cuando dos personas adultas toman la decisión responsable de su sexualidad, no existe problema.
Conciencia y responsabilidad van de la mano.

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