Pregunta de la lectora: Tengo un año divorciada. Estoy muy afectada por los malos tratos que recibí de mi exesposo. Me ignoraba sexualmente, no me tocaba. Si lo buscaba me empujaba, no me dejaba besarlo. Me decía que era muy bruta, incapaz y estúpida. Me criticaba la forma de vestir. Llegué a sentirme poco atractiva sexualmente, fea, mal vestida y con poca inteligencia. ¿Qué me recomienda?

Respuesta de la terapeuta: Un acompañamiento psicológico en estos casos es lo más prudente. Le convendría contar con una especialista que le comprenda y ayude a recuperarse emocionalmente.

Las mujeres que han estado sometidas a humillaciones, descalificaciones y ataques dirigidos a lesionar la autoestima y la integridad psicológica presentan daño psicológico.

Los ataques constantes provocan ansiedad y los sentimientos de tristeza pueden tener manifestaciones físicas como: alteración del sueño y del apetito, inquietud, llanto y pérdida de interés, entre otros.

Igualmente, puede sufrir alteraciones de tipo cognitivo como: desconfianza en sí misma, sentimientos de culpa, vergüenza e inutilidad. La autocrítica puede aparecer, porque él le hace creer que usted es la culpable de los ataques que le hace.

Estos serían los temas que usted tendría que superar, si es que los presenta.

El maltrato psicológico hace dudar a las mujeres de la realidad, así como el discurso repetitivo en contra de sus valores, creencias, forma de ser, expresiones afectivas y manera de expresarse, que también son objeto de críticas.

Todas estas críticas permanecerán en sus pensamientos de manera repetida, generándoles sufrimiento psíquico.

La buena noticia es que podrá modificar estos pensamientos que se vuelven intrusos, persistentes y angustiantes.

Podrá manejarlos sin que le generen sensaciones desagradables. Las personas que mantienen una actitud negativa tardarán más tiempo en recuperarse. No ven posibilidades de salir del círculo de sufrimiento. No se dan cuenta que pensar sobre los sucesos negativos activan nuevas emociones que desencadenan conductas como el llanto, la tristeza, la desesperanza y, posiblemente, la irritabilidad.

Restablezca las relaciones con amistades que hace tiempo no contacta. Realice alguna actividad placentera, la de su preferencia. Conozca personas que le traigan nuevas experiencias de vida. Evite, en este período, estar mucho tiempo a solas. Así, no anclará en pensamientos inútiles.