P. Profesor ¿Cuán importantes son los humedales para la República Dominicana?

R. No solo para República Dominicana, sino para el mundo, los humedales representan uno de los ecosistemas más valiosos para la organización y el sustento de la vida planetaria. De hecho, se trata del único ecosistema  que posee una convención especial o exclusiva aprobada a unanimidad entre las naciones que se reunieron con este propósito y por primera vez, en un pobladito de Irán conocido como Ramsar, en 1971.

En tal ocasión se bautizó como “Convención Ramsar” al acuerdo arribado para proteger los humedales en todos los países que poseen este tipo de sistema ecológico. Para aceptar un país como nuevo miembro de la convención, debe escoger un humedal y someterlo a la consideración de la Secretaría General de esta convención, con el propósito de que sea aprobado como “Sitio Ramsar” o humedal de importancia internacional. Ya República Dominicana tiene dos humedales de importancia internacional: Lago Enriquillo y Laguna Cabral. Otras propuestas para solicitar su aprobación como “Sitio Ramsar” las tenemos en diferentes puntos del país como son: los Humedales del Ozama,  Humedales del Bajo Yuna y Humedales del Parque Nacional Jaragua.  El día 2 de este mes  se conmemoró el 17º Día Mundial de los Humedales con el tema: “Los Humedales y el manejo de los recursos hídricos”. Bajo el lema “Los humedales conservan y protegen los recursos hídricos” se busca aumentar la conciencia pública sobre la importancia de la relación entre los humedales y los recursos hídricos. Los humedales cumplen un importante papel en la conservación de las fuentes hídricas, en la defensa contra inundaciones, en el control de la contaminación, en la regulación del clima y en la protección de la biodiversidad, los humedales han sido llamados “el riñón del planeta”, y, junto a los bosques y los océanos, conforman uno de los tres ecosistemas principales del planeta. Una de las nuevas áreas protegidas denominada “Parque Nacional La Gran Sabana”, ubicado en el Valle de Neiba, separando el Lago Enriquillo de la Laguna Cabral, es un inmenso humedal que viene a coronar los esfuerzos nacionales orientados a la conservación de estos espacios utilizados por las aves migratorias como puntos de descanso en su eterno peregrinar. Las aves migratorias  constituyen una de las herramientas más valiosas para garantizan el equilibrio ecológico del planeta.