P. Profesor, ¿será cierto que Haina está entre las ciudades más contaminadas del mundo?

R. Así es lamentablemente. El Instituto Blacksmith ha publicado una nueva edición de su ‘ranking’ anual de las 35 ciudades del mundo más contaminadas y por lo tanto, menos recomendables para vivir. Según este estudio, una ciudad dominicana figura la tercera entre las diez más peligrosas. El ‘ranking’ se basa en la estimación de la presencia en el aire, el suelo y el agua de los metales pesados, mercurio, arsénico, pesticidas y radionúclidos. Solo Chernobyl, de Ucrania, y Dzerzhinsk, de Rusia, figuran como más contaminadas que los Bajos de Haina.

Los investigadores tomaron en cuenta también el número de personas potencialmente expuestas al impacto se esos factores de contaminación. «Los Bajos de Haina, tercer lugar en la clasificación, es el centro industrial y portuario más importante de la República Dominicana, donde se produce más del 50% de la electricidad de la que dispone el país, y donde también se encuentra la única refinería. Al mismo tiempo el conjunto de plantas y fábricas emite al aire 9,8 toneladas de formaldehído al año, además de 1,2 toneladas de plomo, 416 toneladas de amonio y 18,5 toneladas de ácido sulfúrico».

«Una serie de investigaciones llevadas a cabo en la última década reveló 65 sustancias altamente tóxicas en importantes concentraciones en el ambiente, otras 19 fueron denominadas ‘simplemente’ como «peligrosas». El 93% de los pacientes de los centros sanitarios locales que necesitaron asistencia por distintas enfermedades fueron- diagnosticados también con asma, el 83% con bronquitis crónica o aguda».

En las décadas de los años 50 y 60 del siglo XX, esta situación se asimilaba en el mundo como «los costos del desarrollo» o el precio que es preciso pagar para alcanzar el desarrollo. Sin embargo, ese panorama dio un giro de 180 grados a partir de la década de los 70, con la Conferencia de Estocolmo, la creación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el establecimiento del «Día Mundial del Ambiente».

Pero hoy estamos a más de medio siglo de entonces y todavía no despertamos ante esta realidad. Es cierto que Haina fue declarada como «zona industrial», pero de igual manera, alguna instancia oficial debió establecer desde un principio una zonificación que deslindara los asentamientos humanos. Estamos a la puerta del colapso de la salud y la vida humana en Haina.