P. Profesor, si la mayor riqueza natural de la República Dominicana está en sus costas y mares adyacentes, ¿por qué el CIBIMA y la Escuela de Biología de la UASD no aportan los profesionales capaces de mostrar al país y al mundo el potencial de los tesoros escondidos u ocultos en sus aguas territoriales?
R. Esa ha sido mi preocupación desde que conocí a Idelisa Bonnelly de Calventi en la Academia de Ciencias en 1980, madre del Centro de Investigación de Biología Marina y fundadora de la Escuela de Biología de la UASD, únicos centros de estudios especializados del país. Ella, mi profesora fuera de las aulas, abrió mis ojos para ver el mar, llevándome a realizar todos los esfuerzos para dotar a la República Dominicana del más completo y complejo sistema de áreas protegidas marinas que actualmente está representado por el Santuario de Mamíferos de los Bancos de La Plata y La Navidad, Santuario Marino del Norte, Santuario Marino Arrecifes del Sureste, Santuario Marino del Suroeste y decenas de áreas costeras protegidas que en su conjunto suman 53 unidades de conservación.
¿Por qué la UASD no comprende que es el único órgano funcional con capacidad instalada del país, para formar el capital humano capaz de desentrañar el inmenso patrimonio naturalmarino y la parábola infinita de oportunidades para el desarrollo de la República Dominicana, presente en sus costas? La economía dominicana tiene su plataforma de sustentación en el litoral, ensus playas, su silueta insular y la fauna marina más impresionante del mundo.
El aeropuerto de Punta Cana, ampliado al doble de su capacidad, es incapaz de acoger los millones de curiosos europeos y norteamericanos orgullosos de haber descubierto el “secreto mejor guardado del Caribe”. La UASD está en Puerto Plata, la “novia del Atlántico” y paraíso del crucerismo caribeño; está en Barahona, a escasos pasos de Bahía de las Águilas y el Lago Enriquillo, único brazo de mar de las américas atrapado entre montañas; en Higüey, donde el turismo ha sentado reales, desde Bayahibe hasta Punta Cana, entre Saona y Uvero Alto.
¿Por qué nuestra Alma Mather, encarnada por Enma Polanco, primera Rectora Magnífica de las Américas, no hace conciencia del momento histórico que está viviendo la República Dominicana, de los recursos en su haber para revolucionar el saber, los conocimientos y brindarle el aporte de mandado por la sociedad dominicana e indispensable para impulsar el desarrollo de la nación?