P. Profesor, ¿qué está pasando con el Parque Ecológico Manantiales de Laguna Prieta de Santiago?

R. Amenazas que pasan de las palabras a los hechos, intensiones frenadas a tiempo, agresiones en las mejillas de la naturaleza; no encuentro las palabras adecuadas para definir el intento de atraco inverosímil a un ecosistema o más bien, contra el pulmón natural más hermoso de la Ciudad Corazón.
Cuando me lo dijeron no lo quise creer y por poco me da un patatús. Pero gracias a Dios y a sus hijos de la Sociedad Ecológica del Cibao, la Fundación Acción Verde y de nuestros hermanos ambientalistas locales, apoyados por la Universidad Tecnológica de Santiago y el Consejo de Desarrollo Estratégico de Santiago; no pudo consumarse el hecho.
Momentáneamente se ha detenido el levantamiento de las infraestructuras con fines de ampliación de la zona franca Caribbean Industrial Park, que impedirían el acceso público al parque ecológico “Manantiales de Laguna Prieta”, habilitado para el uso ciudadano y protegido por el Ministerio de Medio Ambiente desde el 2008, como uno de los “Tesoros Verdes” más valiosos de Santiago de los Caballeros.
Disculpen que no pueda describirles los “Manantiales de Laguna Prieta”, pues solo mentes infantiles y prodigiosas serían capaces de tales hazañas. Sin embargo, para quienes solo tienen una idea de lo que es “el Paraíso”, pero que sus ojos nunca han palpado, apreciado o detenido el iris sobre las tranquilas aguas del “nirvana”, donde se recrean paisajes inimaginables, plasmados físicamente sobre tres lagunas contiguas, llenas de eneas, encantadas por trinar de las aves y rodeadas por la floresta tropical de árboles que desafían la altura con sus copas o intentan recrear el universo con sus coronas; es el escenario que allí espera y pueden apreciar los ciclistas, las familias y los citadinos hastiados por el ruido o que intentan evadir la realidad estresante de esta urbe cibaeña.
Haciendo u símil pero guardando las distancias, los “Manantiales de Laguna Prieta” son a la Ciudad de Santiago, lo representado por los “Manantiales del Cachón de la Rubia” para la capital dominicana: arterias abiertas que emanan incontenibles el líquido de la vida, el agua dulce que brota de las mismas entrañas de la tierra para hacer posible “el milagro de la existencia”.
El peligro no ha desaparecido, está detenido por la bulla ambiental y el diálogo entre iguales: Consejo para el Desarrollo de Santiago y Caribbean Industrial Park. ¡Es preciso mantenerse vigilantes!