P. Profesor,¿cuáles novedades se están dando en la actual Cumbre Mundial del Clima o COP 24?

R.Aunque un poco eclipsada por lo enrarecida que está la atmósfera mundial, se está celebrando en Katowice – Polonia, la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Clima en su vigésimo cuarta versión, la cual comenzó con una seria advertencia de este organismo mundial– multilateral: “Somos la última generación que puede frenar el cambio climático”.
La expresión es lapidaria: “esta es la última generación que puede frenar el catastrófico calentamiento global”. En esta Cop 24 se encuentran representados 197 gobiernos y decenas de organizaciones internacionales, quienes desde el lunes 3 de diciembre están reunidos en la ciudad polaca de Katowice en una cumbre crucial para la lucha contra el cambio climático.
El objetivo es tomar medidas para limitar la subida de la temperatura global a finales de este siglo en 1,5 grados centígrados sobre los niveles pre-industriales, pues con las políticas actuales esa subida sería de 3,2 grados y conllevaría consecuencias catastróficas. Los gobiernos en sus trabajos tienen que finalizar las directrices de implementación de los históricos Acuerdos de París,adoptados en el 2016.
Como era de esperarse, la nota discordante la pone Estados Unidos y sorpresivamente, a esta posición se han sumado Rusia, Arabia Saudí y Kuwait, quienes se unieron el sábado pasado para impedir que en la cumbre se “acogiera con satisfacción” el último informe del IPCC (el grupo de expertos encargados de monitorizar para la ONU los efectos del cambio climático y las formas de combatirlo).
“No les creo”: fue la respuesta de Donald Trump a este informe del IPCC durante un acto en Biloxi, Mississippi. Se teme que Jair Bolsonaro de Brasil, donde comenzó esta novela, adopte posiciones parecidas.
Ese informe, básicamente, lo que señala es que el planeta se está quedando sin tiempo para que el calentamiento esté dentro de unos umbrales manejables. En esta cumbre que está llegando a su final, se deberán establecer las reglas de juego del Acuerdo de París. Por ejemplo, deberán fijar la forma en la que todos los países presenten sus planes de recortes de emisiones de gases de efecto invernadero y los instrumentos de transparencia. Además, los países en desarrollo quieren que los Estados más pudientes den garantías de que a partir de 2020 habrá 100.000 millones de dólares para ayudarles a paliar los efectos del cambio climático.