Consultorio Ecológico

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, ¿cuáles el mérito para un país, pertenecer al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y desde allí, -caso República Dominicana-, cuáles iniciativas se podrían impulsar?

R. Sin dudas, el ingreso de República Dominicana al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas es un paso gigantesco, no solo por subir al solio y colocarse a igual nivel de los cinco miembros que manejan la geopolítica mundial y los nueve restantes transitorios, sino por las propuestas y acciones que podría encaminar en favor de nuestro país y la humanidad.
Y esto es así porque si la vida es la mayor riqueza que existe en el planeta, República Dominicana es una super-potencia en biodiversidad y un continente en miniatura; no porque lo digamos nosotros, sino porque así ha sido reconocida por los organismos internacionales que se ocupan de la investigación, la evaluación y la conservación de los ecosistemas más importantes de la Tierra.
Estamos colocados en el mapa mundial como uno de los tres puntos calientes más importantes de la biodiversidad mundial, como un espacio insular megadiverso y privilegiado del neotrópico y ocupando la porción oriental de La Hispaniola, la isla con mayor riqueza biológica de la región caribeña. Reportes del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, Conservación Internacional y Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente entre otros, así lo han confirmado en múltiples ocasiones.
Hasta este momento nuestro país era conocido fuera de nuestras fronteras, por la belleza envidiable de sus playas y el mensaje que en tal sentido, promueve el turismo a nivel internacional, muy especialmente en Europa y Norteamérica; pero hay quienes aseguran que pronto ocurrirá lo mismo con las nuevas relaciones entabladas con la China continental y todo el oriente asiático; sin embargo, ahora tenemos una oportunidad de oro para decirle a todos que nuestra mayor riqueza reside realmente en sus ecosistemas, en el inventario fabuloso de formas de vida que solo se encuentran en este rincón del Atlántico Norte y que si alguien alguna vez quisiese observarlas, tendría que asomarse a nuestros lares.
Bien por el país al elegir como temas centrales, la defensa del medio ambiente, las catástrofes naturales, la promoción de los derechos humanos, la seguridad alimentaria, el rol de las mujeres, los jóvenes y la paz; en la presidencia de este máximo organismo de la Seguridad Mundial, al entrar con el pie derecho a su participación durante los años 2019 y 2020.

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