CONSULTORIO ECOLÓGICO. “cultivando agua buena”

CONSULTORIO ECOLÓGICO. “cultivando agua buena”

Eleuterio Martínez

P. Profesor, “cultivando agua buena”, ¿en qué consiste este proyecto anunciado por el Ministerio de Energía y Minas?

R. Cultivando Agua Buena es un programa de conservación de las aguas del Río Paraná, en el ámbito del área de captación del embalse de la Presa Itaipù, uno de los proyectos hidroeléctricos más grande del mundo, en el que participan tres países que comparten fronteras (Brasil, Argentina y Paraguay).

La novedad reside en el éxito alcanzado por la empresa hidroeléctrica Itaipù Binacional, en las acciones conservacionistas, al incorporar a las comunidades y el cuido de la biodiversidad, a las labores de la protección del recurso natural más importante: “el agua”.

Este gran proyecto tiene como marco de referencia ético, “La Carta de la Tierra” y se desarrolla en base a talleres donde las acciones se socializan entre las comunidades y los actores principales (moradores, Ong`s, universidades y las instituciones oficiales de cada municipalidad), quienes asumen compromisos puntuales y colectivos para cuidar las aguas, el suelo y la vida.

Consciente de los impactos ambientales devastadores causados durante la construcción de la presa, la empresa hidroeléctrica Itaipù Binacional, intentando mitigar o subsanar los daños en la medida de lo posible y de cara al futuro, ha incorporado las nociones de responsabilidad ambiental y social en sumisión, con un enfoque especial en la preservación del recurso más importante: el agua.

Aunque las acciones solo abarcan la porción tres de la cuenca media – alta del Río Paraná, sus experiencias han querido exportarlas a otras naciones del mundo y, según el Ministerio de Minas, el Gobierno de Brasil ha seleccionado a la República Dominicana, como una de las primeras beneficiarias.

El modelo escogido por el país para replicar las experiencias de esta empresa brasileña, según el INDRHI, será la cuenca del Río Grande o del Medio, cuyas aguas, con las del Yaque del Sur, las Cuevas y del Río Guayabal, alimentan la Presa de Sabana Yegua.

El Gobierno brasileño hará un aporte inicial de 800,000 dólares para la capacitación de los técnicos y entrenamiento de los líderes comunitarios, que llegará al millón de dólares con los aportes locales.

Tenemos los dedos cruzados para que no pase lo mismo de la cuenca vecina del Río Ocoa, donde la USAID, invirtió 20 millones de dólares en un proyecto (MARENA) concebido con propósitos similares, pero fue un fracaso total.

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