Consultorio Ecológico

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Eleuterio Martínez

P. Profesor, a propósito de la crisis de agua en Constanza y la cordillera Central, hay expertos que opinan que la extracción de agua del subsuelo con motobombas no es tan grave y que es una forma de administrar el recurso ¿cuál es su planteamiento?
R. Desde luego, esa es una forma de administración del agua, pero muy mal.

Todo cuanto está ocurriendo con el uso y abuso del agua para las prácticas agrícolas, hortícolas y pecuarias en las altas montañas de Constanza, Jarabacoa, Ocoa y Guayabal, es una agresión inmisericorde, desprovista totalmente de cualquier criterio técnico y carente de toda racionalidad.

El documento oficial de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo sobre la situación de crisis que ocurre en las nacientes de los principales ríos del país, está sustentado en estudios de campos realizados directamente en los sitios más afectados, físicamente señalados y de fácil comprobación.

El maltrato al bosque y la cobertura forestal, que constituyen el principal mecanismo de captación y almacenamiento del agua establecido por la naturaleza; así como el drenaje agresivo y de altísima densidad con motobombas de las aguas justamente donde se originan, es el daño y la perturbación más grave que se le puede hacer al sistema hídrico nacional.

Además, estos planteamientos no solo parten de una sustentación académica científicamente establecida, sino, que es el criterio de las Naciones Unidas en los acuerdos de la Cumbre de Río de Janeiro de 1992, donde tuvimos el honor de representar al país junto al Vicepresidente de la República (Carlos Morales Troncoso) que por delegación de la máxima autoridad de la nación, como era la exigencia de este organismo mundial para tales fines, comprometió a la República Dominicana, a salvaguardar sus aguas subterráneas ante la comunidad internacional.

En la Agenda 21, un voluminoso documento de 800 páginas y 115 proyectos de carácter mundial, Naciones Unidas dedica varios capítulos a tratar el tema de los ecosistemas de alta montaña y en particular, al recurso agua, por la crisis prevista para el tercer milenio que se avecinaba y que hoy es una triste realidad.

Es un consenso internacionalmente aceptado, la conservación de las aguas subterráneas, porque solo ellas garantizan las escorrentías superficiales y la existencia de los ríos. ¿Cómo sería la vida en República Dominicana sin el Yaque del Norte, Yaque del Sur y el Yuna?

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