P. Profesor, el país está en déficit de agua según las autoridades del sector ¿significa que pasaremos una Navidad sedienta?

R. El año que estamos despidiendo fue marcadamente seco para la República Dominicana, como puede apreciarse en un análisis rápido del comportamiento de las lluvias en el territorio nacional y las consecuencias las ha sufrido el país, tanto en la disponibilidad de agua para el consumo humano como en su uso imprescindible en la producción agrícola y pecuaria.

Ciertamente, las autoridades y expertos del sector agua han expresado su inquietud ante los niveles de agua de los embalses de las principales presas del país, al concluir la temporada ciclónica 2014, el pasado 30 de noviembre.

El equipo de técnicos de la dirección de Hidrología del Instituto Dominicano de Recursos Hídricos (Indrhi), ha estimado que la reserva útil a nivel nacional en los principales embalses del país, es de 44.54% con respecto al volumen total. Para ellos, según el comportamiento histórico de las precipitaciones, esta es una anomalía muy negativa.

¿Cuáles son los datos disponibles? Según el Indrhi, el complejo Tavera-Bao tiene un 55% de su embalse útil disponible, Monción el 46%, Rincón 76.5%, Hatillo 53.5%, Jigüey 43.7%, Valdesia 44%, Sabana Yegua 63.6% y Sabaneta 50%.

Siguiendo con la información servida, el promedio histórico del caudal de Tavera es de 45.88 metros cúbicos, sin embargo, durante el mes de noviembre de 2014 fue 20.49 y el de Monción por igual se redujo en un 50%.

Para las demás presas, Hatillo tiene un caudal aproximado de un 55% de lo que debería ser en condiciones normales; Jigüey un 60%; Valdesia un poco más de un 30%; Sabana Yegua no alcanza el 50% y el de Sabaneta es pírrico.

Es cierto que estamos entrando en la época navideña y que, por lo tanto, debe reinar el sosiego y el estado la alegría que debe reinar entre los Hijos de Dios, pero ello no es óbice para que la sociedad dominicana desconozca esta realidad que le asiste.

Tenemos que hacer conciencia de que el agua no solo es nuestra mayor riqueza, sino de que en su ausencia, toda esperanza de desarrollo y bienestar, sería una quimera. La producción de alimentos se sustenta básicamente en la agricultura de riego y sin agua no habrá leche, ni carne, ni industria, ni turismo, ni ninguna otra actividad productiva para sustentar la economía dominicana.