Pregunta del lector:

Mi esposa vive en Suiza y yo en Santo Domingo. Hace seis meses nació un niño, el cual creía que era mío, mientras iba pasando el tiempo notaba que no se parecía a mí y decidí hacer la prueba de ADN. El niño está declarado por mí. Resultó no ser hijo mío. Él no tiene la culpa. Ella quiere que el padre que conozca solo sea yo. ¿Qué debería hacer en este caso?

Respuesta de la terapeuta:

La decisión es suya y de su pareja. Lo preferible es que tengan la oportunidad de asesorarse por profesionales que les orienten sobre cómo manejar la situación con el niño desde ahora.

Es un tema que quedará en los registros emocionales de la pareja, los cuales pueden activarse en crisis futuras y sacar los aspectos no resueltos de la pareja.
Es prudente no inventarle una historia al niño. La identidad no se construye sobre historias falsas.

No implica que cuenten al niño la situación de la pareja, pero, sí que usted es el padre adoptivo por elección y amor.

He tenido en la consulta casos similares en los que, luego, al transcurrir el tiempo el padre no biológico decide retirar legalmente la paternidad legal.

En otros casos, es la madre quien decide contarle la verdad al hijo.

Les recomiendo decidir ahora, cuando el niño está pequeño y pueden acordar esta parte.

La verdad da seguridad y confianza.

El niño le amará por sus cuidados y afectos. Aprenderá a serle leal por los méritos que ganará como padre.

La criatura es hijo de una relación alterna. Esta situación la tendrán que enfrentar y asumir como personas adultas para el bienestar de la pareja y la crianza y educación.

Durante años, los estudiosos del tema nos han dicho que el padre no es el biológico, si no el que cría, cuida, da afecto, seguridad y confianza.

Estas acciones y actitudes en el rol parental son las que desarrollan y afianzan la lealtad familiar y entre padre e hijo. No son los lazos de consanguineidad.

El tema es delicado, pues se trata de la identidad existencial, familiar y social del niño.
Están a tiempo de evitar repercusiones a largo plazo.

Usted puede ser el padre si así lo decide.

Piense sobre cuáles son las responsabilidades que asumirá y compartirá con su pareja para el bienestar, seguridad y estabilidad del niño.

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