Consultorio Familiar

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Pregunta de la lectora: Me gustaría explicara si es cierto que los hombres abusan sexualmente de sus esposas. Me parece una exageración de las feministas. ¿Es imposible que un hombre la maltrate sexualmente?

Respuesta de la terapeuta: Las feministas durante muchos años han visibilizado los diferentes tipos de abusos, maltratos o violencia que se ejerce contra la mujer en la relación de pareja, lo que se ha constituido un reto para las profesionales que trabajamos en salud mental.
Este tipo de violencia ha sido visibilizada, por lo que se ha legislado y convertido este hecho en un delito sancionado.

Investigaciones han evidenciado la severidad de los síntomas clínicos cuando una mujer es maltratada o violada sexualmente por su pareja o expareja.

Labrador, Paz Rincón, De Luis y Fernández –Velasco (2011) describen el maltrato sexual en la pareja de la siguiente manera: “Cualquier intimidad forzada por parte de la pareja, ya sea con amenazas, intimidación, coacción o por llevarse a cabo en estado de inconsciencia o indefensión de la mujer, incluye todo tipo de conducta de carácter sexual, no limitándose a la penetración vagina o anal”.

La cultura y creencias sobre la mujer y el hombre incidieron en los comportamientos sexuales. El hombre machista sigue creyendo que la mujer está obligada a servirle sexualmente ante sus deseos y gratificación personal sin tomar en cuenta los de ella.

En la actualidad, este tipo de abuso sigue ocurriendo sin distinguir creencias, nivel académico, clase social y etnias.

La mujer sabe identificar con mayor claridad. Podemos mencionar algunas conductas abusivas concretas: obligarla a tener sexo contra su voluntad, sometarla a actos sexuales que considera denigrantes, sexo anal obligatorio, amenazas de irse con otra si ella no lo hace como él quiere, golpearla si no responde sexualmente, pellizcarle o morderles los pezones para provocarle dolor, golpearla después de un acto sexual, obligarla a tomarse fotos y videos en contra su voluntad para luego usarlos para manipularla, entre otras conductas y exigencias.

Este tipo de violencia no ocurre aislada, se da concomitante con otras formas, como la psicológica o en otros casos física, entre otras formas de maltratos.

Este tipo de abuso refleja la desigualdad existente y el abuso de poder sobre la sexualidad femenina.

La mujer sometida a este tipo de abuso podría presentar disfunciones sexuales. El placer disminuye significativamente con el tiempo.

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