Sicóloga, Terapeuta familiar
Pregunta de la Lectora: Estoy atravesando una situación muy difícil en mi matrimonio de casi 20 años. Mi esposo tiene una amante con una hija y una casa que le buscó. Yo por un lado quiero dejarlo, por otro lado, no se lo quiero soltar fácilmente. Estoy viviendo un tormento. No tiene intenciones de dejarla. No confío en él. Dice que no se va de mi casa y creo que para sacarlo tendré que llegar a cosas muy traumáticas. Me paso peleándole, reclamándole y diciéndole que la deje sin ningún resultado, ya que ella es muy pobre y no quiere perjudicar a la niña. Ayúdame si está a tu alcance.

Respuesta de la terapeuta: La situación es muy dolorosa y afecta severamente sus sentimientos. La infidelidad que usted ha padecido estremece  fuertemente sus emociones, creándole sentimientos ambivalentes entre amor-rechazo. Su pareja cuando decidió ser infiel parece no consideró el riesgo de embarazar a otra mujer. Usted está luchando con una conducta de infidelidad masculina, con una hija incluida, conducta normalizada en nuestro contexto cultural, con un “mito” que reza “por el bien de la niña”.

Si la conciencia parental hubiese estado éticamente clara no se arriesgaría a traer al mundo una criatura a la cual no le iba a proveer un hogar con ambos padres para brindarle los cuidados, protección y afecto que necesita la niña para su desarrollo psico-afectivo.

Su estabilidad emocional estará siendo estremecida por un período de tiempo considerable, pues este tipo de traición duele porque afecta la confianza,  lealtad, fidelidad y amor propio. Además, instalarla en un apartamento le envía el metamensaje de que no la dejará.

Luchar en nuestra cultura con esta conducta machista la desgastará si usted se centra sólo en él. Piense más en usted y en lo que está dispuesta a tolerar.

Considere si la conducta de infidelidad de su pareja corresponde a un estilo de vida o si fue una infidelidad transicional.

El discurso y actitud de su compañero le hará darse cuenta si está reflexivo, arrepentido y sobre todo empeñado en recuperar la relación con usted.

El que la tenga instalada le generará más desconfianza porque pensará que él ha preparado el escenario confortable para seguir con las visitas por la niña, pero en el trasfondo es seguir con la relación.

En esta circunstancia ocurrirá sólo lo que él decida independientemente de sus reacciones.