CONSULTORIO ECOLÓGICO

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P. Profesor, ¿cuál es el mensaje para este año del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía?,  ¿tiene algún significado para la República Dominicana?

R. “¡No dejes que nuestro futuro se seque!” El mensaje es muy directo y personal para todo hijo de la Tierra, pero como a todo el mundo le sirve, su significado cobra una fuerza especial para los espacios insulares, como nuestro país,  que sufre un proceso de deforestación y desertificación muy marcado.

Un viejo eslogan advierte: “Cuando veas rasurar las barbas de tu vecino, pon la tuya en remojo”.

Es un secreto a voces la precariedad en que se desenvuelven los haitianos por la desaparición de sus fuentes de agua.

Basta con observar lo que está pasando en la frontera y en las desnudas montañas de nuestra vecina nación. Cuando la alfombra verde desaparece del lomo de las montañas, nada se puede hacer para que los ríos se mantengan con vida. Es decir, sin la esponja que retiene el agua de lluvia, la escurre hacia el interior de la tierra, llena los lagos subterráneos y éstos se desbordan, es imposible que existan los ríos. Es un pecado ecológico mortal, la deforestación de la alta montaña.

En Haití los ríos están lánguidos, tendidos entre las montañas y el mar, pero con sus cauces empedrados y si algún milagro sucede y se alcanza a ver una fuente acuífera de gran caudal, puede que no sea una alucinación o un espejismo, pues de este lado de la frontera, justo en los parques nacionales Nalga de Maco y Sierra de Neiba, se escurren las aguas que le dan vida a la agricultura y a la generación hidroeléctrica que actualmente disfrutan los haitianos.

El río Artibonito es el gran embudo que recoge las aguas del Neíta, Mesomingo, río Limpio, Cidra, Joca, Tocino, Yacahueque, Catanamatías, Yabonico, Macacías y Caña en las Dos Bocas para alimentar la Presa de Peligre.

¿Qué pasará si permitimos que nuestras montañas corran la misma suerte de las haitianas?

Muy sencillo, ellos alcanzarían definitivamente la categoría de desierto y nosotros seguiremos la misma suerte, pues estamos montados en el mismo barco.

“No permitamos que nuestro futuro se seque”. El llamado es de emergencia para los haitianos y un grito de advertencia para los dominicanos.

El 17 de los corrientes todos tenemos una cita en la lucha contra la desertificación y la sequía.

Envíe sus preguntas eluterioporlavida@gmail.com

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