Consumo drogas se eleva RD en mil por ciento en 20 años

En la República Dominicana el consumo de drogas se ha multiplicado en un mil por ciento en los últimos 20 a 25 años, informó el vicario de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Santo Domingo, sacerdote Domingo Legua.
El cura Católico consideró insuficiente los programas del gobierno contra el tráfico y consumo de estupefacientes en el país, por lo que estima deberá multiplicar sus esfuerzos si quiere resultados positivos.
Precisa que de 20 a 30 mil consumidores de mariguana y otras sustancias que existían en el país hace 20 o 25 años, en los actuales momentos las cifras rondan las 300 mil personas. Estima que uno de los grandes problemas que afronta la sociedad dominicana es el consumo de drogas ilícitas y fármacos fuera del control de las autoridades y profesionales responsables de su administración.
Legua habló durante el acto de bendición por parte del arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Francisco Ozoria, de la Fundación Centro de Solidaridad de Santo Domingo Proyecto Hombre, inspirada en la metodología que por más de 30 años desarrollan los centros de solidaridad del Proyecto Hombre en Europa.
La Fundación tiene su sede en la calle 7 número 14, la Amapola, Cansino Primero, en Santo Domingo Este, de donde desarrolla sus acciones en las cárceles del Nuevo Modelo Penitenciario.
Legua señala que según la encuesta nacional a estudiantes de enseñanza media, elaborada por el Consejo Nacional de Drogas (CND), las bebidas alcohólicas ocupan el primer lugar en consumo de drogas ilegales en menores.

Manifestó que los factores que influyen en el consumo de drogas son de tipos socioeconómicos, así como de los niveles de ingresos disponibles, desigualdad y desempleos.
Legua estima que otros factores que llevan a jóvenes al consumo de drogas son la descomposición familiar, la falta de afectividad, violencia, desapego, entre otros.
Considera insuficiente la lucha del gobierno contra el tráfico y consumo de drogas en el país, por lo que estima debe hacer mucho más para contrarrestar ese flagelo.
Resalta que el gobierno disponga de mayores recursos económicos para las políticas sociales, no en dádivas, sino en programas de prevención, salud, vivienda y alimentación.