Control del gasto, base RF

<p>Control del gasto, base RF</p>

UBI RIVAS
El presidente Leonel Fernández delineará la conformación de la reforma fiscal una vez concluida la aprobación del Presupuesto y Ley de Egresos 2007, en la versión del vicepresidente Rafael Alburquerque, puntualizada el 29 de noviembre último.

Debió haber sido, aún debe ser, al revés, que el Presupuesto y Ley de Egresos sustente sus recursos adicionando los que se obtendrán por la reforma fiscal y no colocar la bestia detrás de la carga.

El Presupuesto y Ley de Egresos 2007 rondará los RD$200 mil millones de los cuales la reforma fiscal aportará unos RD$18 mil millones y entre esa masa grandota de dinero es menester deducir RD$65 mil millones para honrar los compromisos externos a que nos acogotan tanto el PRD como el PLD, porque sabemos todos los recalcitrantes porfiando que era el presidente Joaquín Balaguer con eso de endeudarse, tanto dentro como fuera.

Conforme al acopio noticioso que dispongo, organizado en un dossier al respecto, pienso que la reforma fiscal debe mejor y más bien orientarse por reducir el gasto del gobierno que a imponer medidas fiscales nuevas, profundizar el andamiaje fiscal en curso que inventar o aplicar nuevos gravámenes, que de hacerse, debe dirigirse directo a los más pudientes de la sociedad, no a la masa preterida de seis millones de dominicanos en pobreza y dos millones en miseria (pobreza extrema), restando apenas dos millones que tienen albedrío para lo superfluo.

Por ejemplo, observando el Presupuesto y Ley de Egresos 06, detectamos con facilidad que el capítulo concerniente a la Presidencia de la República dispone de la bicoca de RD$32,572.6 millones, nueve mil millones más que en 2005 que fue de RD$23,977.4 millones.

Ese presupuesto es casi igual al de dos de las secretarías más importantes de un país, Educación con RD$19,329.2 millones y Salud con RD$23,670.9 millones.

En un año pre-electoral como es el próximo 2007, el capítulo de la Presidencia en el Presupuesto, apuesten cabo de túbano a morocota, que crecerá por lo menos cinco mil millones más, y en una República, ese es un presupuesto imperial que el artículo 55 de la Carta Magna, que es una extensión del 210 que Siño Pedrito hizo aprobar en San Cristóbal el 6 de noviembre de 1844 con las lanzas, machetes y fusiles de su peonada de El Prado apuntando en las ventanas y puertas de la vieja casona donde nace el acta bautismal de la República, es un dogal ineludible para el país.

Economistas los hay que bordean una restricción del gasto por el gobierno que reportarían ahorros por unos RD$37 mil millones sobranceros para cumplir con los compromisos externos y el Presidente manejarse con una autonomía de obras de infraestructuras para apuntará al PLD con miras a las elecciones de 2008, incluyendo o excluyendo la reelección, pero que el PLD prosiga a horcajadas de domeñar los relámpagos supremos del poder.

La filosofía pragmática señala que el quid está en ahorrar, no gravar nada.

Subsidios de GLP, electricidad, eliminados, cero impuestos a los insumos que intervienen en la producción agropecuaria para abaratar los costos de la canasta familiar, no inventar ni por Lucifer gravarla ni un chín, y saturar los colmados y pulperías de barrios y campos con alimentos baratos, la alquimia del Presidente Hugo Chávez en su continuismo inconcluso en el poder, que este gobierno no ha implementado anulando al INESPRE, una de las escasas referencias eficientes del anterior gobierno.

Reducir la evasión fiscal, profundizar las recaudaciones como sugiere Foro Ciudadano, elevar los impuestos a los ricos como propone José Luis Corripio Estrada (Pepín) en declaraciones recogidas por los diarios el 23 de noviembre último “porque soy partidario de gravarse al que puede pagar más que al que no puede pagar”, adicionado todo con la última encuesta HOY-Gallup que indica que el 74% estima que la reforma fiscal perjudicará, sin que se haya precisado, a los pobres. Porque siempre la soga ha roto nunca por lo más gordo. Gravar los vicios y autos lujosos, moteles y artículos de lujo, nunca la mesa diaria.

Todo este barruntar, materia de reflexión para el presidente Leonel Fernández conectado con la continuidad suya o del PLD en el poder. Es la cuestión.

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