Control natal evitó población de RD ascendiera a 18 millones

Control natal evitó población de RD ascendiera a 18 millones

Si en la República Dominicana no se hubiese aplicado una política de control natal en 2010 la población habría ascendido a 18 millones de habitantes, afirmó Magaly Caram, directora de Profamilia, una entidad pionera en la salud sexual y reproductiva que cumple 50 años de servicios.

Al dar esa proyección explicó que habría sido muy difícil para el Estado dominicano ofrecer educación, salud, seguridad social y empleo a una población de ese tamaño, tomando en cuenta las dificultades que de por sí representa atender las demandas de casi 10 millones de personas que viven ahora en el país.

Cuando Profamilia inició sus servicios, en 1966, la población era de 3.5 millones y el número de hijos por mujer era de 8.7.

Cincuenta años después la población alcanza los 9.4 millones, y la cantidad de hijos por mujer llega a 2.4 y 2.5.

“Nosotros entendemos que aunque no nos podemos dar el mérito de decir que hemos sido los que hemos contribuido a este descenso, hemos puesto nuestro granito de arena.

“En términos de población es un gran aporte que ha hecho Profamilia a la sociedad dominicana”, afirmó Caram en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Asimismo recordó que cuando la entidad comenzó a concienciar a la población sobre la planificación familiar, el término era prácticamente desconocido.

“Nosotros íbamos casa por casa, puerta por puerta, barrio por barrio, comunidad por comunidad; íbamos como predicadores llevando el mensaje de la planificación familiar, que era casi desconocido”.

Nuevas estrategias. Al cabo de 50 años más de un millón de mujeres han sido atendidas por Profamilia en más de 5 millones de servicios.

Pero al entrar a un nuevo ciclo, la entidad preparó un nuevo plan estratégico que se sustenta en cuatro áreas: seguir ofreciendo servicios de calidad, continuar con la promoción de los derechos de la mujer a través de modernas legislaciones, mantener la autosostenibilidad financiera ante la reducción de las ayudas internacionales, y reducir los costos.

“Con relación a la mujer queremos seguir ofreciendo servicios de calidad de salud sexual y reproductiva; por otro lado damos servicios de atención a personas viviendo con VIH, y ofrecemos servicio de tamizaje de violencia a las mujeres que asisten a consulta en nuestras clínicas.

Caram refirió que Profamilia trabaja intensamente en la promoción de un cambio de legislaciones, para favorecer los derechos de las mujeres.

Lo que se quiere conseguir es que en el Código Penal se apruebe el aborto terapéutico cuando la vida de la mujer está en riesgo, cuando el producto de la concepción es inviable o está en riesgo la vida de la criatura, o cuando el embarazo es producto de una violación o un incesto.

“Nosotros callábamos como sociedad cuando un padrastro borracho violaba a su hijastra, cuando un papá violaba a su hija o una jovencita salía embarazada de su hermano o de su tío.

“Ya eso no se calla; los centros de servicios legales están abarrotados, y esa ruptura del silencio es uno de los aportes más importantes de Profamilia a la sociedad dominicana en estos 50 años”.

La entidad también promueve la aprobación de los proyectos de ley sobre la erradicación de la violencia contra la mujer, y sobre los derechos a la salud sexual y reproductiva.

Con relación a la autosostenibilidad, Caram planteó que el objetivo de la institución es que los programas de salud sexual y reproductiva se autofinancien. De hecho, la fuente principal de ingresos de la institución es el pago de servicios de los usuarios que acuden a las seis clínicas que ofrecen atenciones médicas.

Los directivos de Profamilia también pretenden aumentar la rentabilidad, para poder mantener diversos programas sociales que ejecutan en distintos lugares del país, sobre todo en los bateyes.

“Nosotros damos servicios a la población vulnerable, y uno de los objetivos de nuestro plan estratégico es mantener esos programas de asistencia”.

También tienen equipos médicos barriales, y en coordinación con las juntas de vecinos dan servicios completamente gratis.

Al destacar que ese programa no cuenta con financiamiento, resaltó que otro programa dirigido a los jóvenes no pudo continuarse por falta de recursos.

“Ahora el financiamiento es cada vez más escaso y más pequeño, por eso queremos que nuestras clínicas sean la fuente de financiamiento para los programas sociales, a través de subsidios cruzados”, refirió.

Profamilia recibe del Gobierno un subsidio de RD$14.0 millones al año, y su presupuesto anual alcanza los RD$584 millones. El 40% de esos ingresos llega a través del pago de servicios. El primer presupuesto de Profamilia fue de RD$750 pesos mensuales, y eran donados por la Iglesia Evangélica Dominicana
El último eslabón del plan estratégico de Profamilia, que debe aplicarse desde el 2016 hasta el 2024, es la reducción de costos en sus operaciones.

Para tales fines, explicó Caram, la institución se ampara en las nuevas tecnologías de la información para optimizar los procesos contables.

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