Correctivos para la desigualdad

Correctivos para la desigualdad

La importancia numérica que medidos como un todo logran los pequeños negocios de diversos renglones y que los lleva a constituir una gran fuente de empleos para la nación (como lo son también en otras partes del mundo) crea para el Estado la obligación de impedir con ejercicios de autoridad y regulaciones, que los peces grandes se traguen a los chiquitos. El crecimiento demográfico y de consumo ha estimulado el desarrollo de corporaciones y redes que convierten su magnitud en ventaja para importar, fijar precios y llegar al público lo cual puede ir en desmedro de los almacenistas y detallistas del comercio inferior cuya capacidad de operación queda, por gravedad, subordinada al poderío de los “escualos”… a menos que los organismos creados para disminuir el efecto de las supremacías jueguen bien su papel y que el tratamiento impositivo tome en cuenta la desigualdad de capacidades del universo empresarial en el cual son muchas las “sardinas” que benefician a la sociedad empleando más manos de obra que los colosos.
No es justo que la opción de importar en compensación por la insuficiencia productiva local haya quedado, en función de un mecanismo de subastas, acaparada por los gigantes del capital, con una capacidad demoledora para almacenar productos y soltarlos al mercado según su conveniencia. Si existe alguna estructura legal que permite este lesivo predominio, debe modificarse.

En defensa de los cafetales

Tras el embate de una enfermedad que diezmó la producción de café, un florecimiento asoma. La importación de variedades para desarrollar plantíos resistentes a la roya y el empleo en gran escala de este grano para reforestar en las alturas de la región Sur, crean condiciones para que al cultivo retornen numerosos desertores. Por todos los medios posibles debe lograrse que el costo de sembrar y cosechar disminuya considerablemente además de elevar su calidad para obtener mejores precios en el exterior.

El café debe alcanzar prominencia exportadora. Como actividad económica es muy propia del país y conveniente como fuente de empleos, ahora más que asume un papel adicional para hacer reverdecer las lomas. Su rentabilidad debe crecer en prevención a las fluctuaciones internacionales de precios.

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