La selección de Costa Rica aterrizó ayer en la ciudad de San Petersburgo, donde tendrá su sede oficial durante el Mundial, con la recepción oficial del embajador costarricense en Rusia, Arturo Fournier, y la actuación de un grupo folclórico ruso.
Después de disputar su último amistoso contra Bélgica en Bruselas ayer (con derrota por 4-1) la ‘Sele’ tuvo su último entrenamiento matinal en el estadio del duelo, el Rey Balduino, en el que se ejercitaron los que tuvieron menos minutos en el partido contra los ‘Diablos Rojos’, informó la federación costarricense.
Sobre las 15:30 horas de Bélgica (13:30 GMT) tomaron el avión rumbo a San Petersburgo, de algo más de tres horas, para trasladarse al hotel Hilton Honor a las afueras de la urbe rusa, donde el representante de la legación diplomática costarricense en Rusia les recibió y un grupo de folclore ruso interpretó varias canciones.
«No puedo explicar la felicidad de estar aquí, viví en este país y era como un sueño volver, la verdad estoy muy contento, queda ahora es disfrutar el momento”, dijo Marco Ureña.