GUATEMALA (AFP).- Organizaciones humanitarias criticaron ayer, jueves, la “tibia” declaración emitida el miércoles en Guatemala por cancilleres de 10 país latinoamericanos y del Caribe frente a una ley que debate el Senado estadounidense tendiente a endurecer las penas contra inmigrantes ilegales.

“Nos parece una declaración tibia ante la magnitud de la situación del fenómeno migratorio”, afirmó el director de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), sacerdote Mauro Berceleti, a la AFP.  “Lo que salió en la reunión no fue una postura, más bien fue gastar el dinero del pueblo, sin que saliera una declaración que abogara por el derecho y la dignidad de los inmigrantes”, agregó.

Los cancilleres de Centroamérica, Colombia, Ecuador, México y República Dominicana se reunieron el jueves en la Antigua Guatemala, 45 km al oeste de la capital, para definir una postura ante la ley que se discute en Estados Unidos y que contempla la contrucción de un muro en la frontera con México. Además, la iniciativa criminaliza a los indocumentados que al ser capturados podrán ser encarcelados y no sólo deportados. El cónclave concluyó con el único compromiso de los cancilleres de llamar la atención a las autoridades para que se tomen en cuenta los derechos de los indocumentados.

“Respetando el derecho soberano de los países para conducir su política migratoria y de seguridad, las medidas parciales que sólo contemplen el endurecimiento de las políticas migratorias no representan una solución integral para afrontar los retos que impone el fenómeno migratorio, ni aprovechar las oportunidades”, señala el texto.

“No es posible que en manifestaciones en Nueva York y Chicago hayan acudido medio millón de personas y acá (en Guatemala) salga algo tan débil y que esta serie de gobiernos respondan tan complacientes”, aseguró, por su parte, el director del humanitario Grupo de Apoyo Mutuo (GAM).

El dirigente del Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos, Miguel Sandoval, consideró que estos países “han perdido la noción del ejercicio de la soberanía, porque se observa que por temor a Estados Unidos no defienden los derechos de los connacionales”.

“Los políticos han perdido el rumbo, en lugar de pelear por la soberanía se han convertido en cortesanos únicamente”, afirmó.

Sin embargo, consideró que el problema de fondo que deben enfrentar los gobiernos es aplicar una política de empleos y generar mayor inversión para evitar la emigración hacia Estados Unidos.