BURDEOS, Francia. AP.
España bajó la guardia ante Croacia y complicó sobre manera su empeño por proclamarse campeón de la Eurocopa por tercera vez consecutiva.
Todo lo que podía salir mal a la Roja le salió mal ayer en Burdeos al sucumbir 2-1 ante Croacia: se dejó remontar el marcador, su capitán Sergio Ramos falló un penal y cedió el primer puesto del Grupo D.
El gol de Ivan Perisic a los 87 minutos decretó el final del invicto de 12 años de España en la Eurocopa, dejando la mesa servida a un partido para alquilar balcones en los octavos de final ante Italia. En vez de jugar contra uno de los mejores terceros en los octavos de final, deberá batirse contra la Azzurra, cayendo en un sector del cuadro de la segunda etapa, en la que Alemania y Francia asoman más adelante en el horizonte. «Hay que pasar página y sacar conclusiones para que no nos pase esto en octavos», dijo Ramos. «Para ser campeón hay que ganar a los mejores».
El duelo contra Italia se llevará a cabo el lunes en el Stade de France, el recinto situado en los suburbios al norte de París. Se trata de una reedición la pasada final, ganada 4-0 por España en Kiev, Ucrania.
España se había adelantado a los siete minutos con el gol de Alvaro Morata, el tercero del delantero en el torneo. Morata acabó empujando el balón tras un remate de Cesc Fábregas.