Cuando los líderes callan

Cuando los líderes callan

La gente reacciona suspicaz y desconfiada cuando el silencio de los líderes es la única expresión desde el poder ante escándalos tan graves como el de Odebrecht. Esa reacción es lo que recoge la encuesta Gallup-Hoy que este diario empezó a publicar desde ayer lunes. Que el 87.7% de los encuestados crea que funcionarios del Estado se beneficiaron de los sobornos, y que el 59.6% descarte que los sobornados vayan a ser castigados, coloca en niveles decepcionantes la confianza y credibilidad en nuestras autoridades.
Las relaciones con Odebrecht en este país involucran a tres gobiernos, algunos de cuyos funcionarios han sido entrevistados por un Ministerio Público que dice confiar en el compromiso de la firma brasileña de revelar identidades. Ninguno de los líderes de esas administraciones del Estado ha abierto la boca en relación con el escándalo, ni siquiera para imitar a sus colegas de otros países salpicados por el bochorno. Y el resultado de la encuesta Gallup-Hoy recoge precisamente la reacción desconfiada de una muestra de la sociedad ante el silencio.
En ese mar de escepticismo navega la investigación, que cada vez demanda más recursos mediáticos, pero que no arroja ni pizca de posibles consecuencias. La pregunta obligada es qué pretenderán hacer los líderes silentes con el fardo de incredulidad y desconfianza que provoca su silencio.

Que el rescate sea irreversible

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha estado actuando con firmeza y tino en el rescate de las condiciones naturales del área protegida de Valle Nuevo. Cero agricultura insostenible, cero explotación irracional del recurso hídrico y cero negocios lucrativos como enclave turístico, es la consigna que la sociedad sensata de este país respalda hasta las últimas consecuencias. A lo sumo, se entiende como justo y factible que el Gobierno ofrezca a los pequeños agricultores alternativas de reubicación para que puedan seguir trabajando.
Rescatar Valle Nuevo, Los Haitises, la Sierra de Bahoruco, Loma Miranda y todos los espacios protegidos debe ser un proceso irreversible, que tenga como norte preservar las fuentes de agua y biodiversidad que nos garantizan la existencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas