El pasado 2 de diciembre asistimos sobrecogidos y con gran dolor a los funerales de la joven de 27 años Elda Carolina Uribe Chevalier, hija de nuestro amigo de infancia Eladio del Rosario Uribe, director general de recursos humanos del Central Romana Corporation.

Con Eladio Uribe me unen vínculos de hermandad más que de amistad, pues durante toda una vida crecimos y nos desarrollamos juntos desde la escuela primaria, intermedia, secundaria y universitaria en Barahona hasta que en la década del 70 decidimos emigrar a la capital en búsqueda de nuevos horizontes.

No hay palabras para definir la muerte de un hijo y más aún cuando se trata de una muerte súbita como la de Elda Carolina Uribe Chevalier, definida por su abatido padre como una joven humana, solidaria, amorosa y desprendida.

El Lic. Eladio del Rosario Uribe es un prestigioso barahonero que inició su carrera profesional como secretario del Centro Universitario Regional del Suroeste, cuyo primer director lo fue el eminente profesor Jesús de la Rosa, destacado columnista de este periódico Hoy, que ha logrado escalar posiciones ejecutivas importantes en el sector privado y en organizaciones internacionales que promueven los recursos humanos.

Por uno de esos trágicos designios del destino, que a veces no alcanzamos a comprender, su amada hija Elda Carolina Uribe Chevalier, en plena flor de su juventud, cae desmayada en la cocina de su residencia con un primer infarto y luego de ser llevada de urgencia al moderno hospital del Central Romana es víctima de otros tres infartos y finalmente una embolia cerebral, según la dolorosa revelación de su padre.