La pasada Feria del Libro definitivamente fue un rotundo fracaso al margen de las copiosas lluvias que entorpecieron su realización.
Ese evento, que otrora fue una verdadera fiesta de la cultura, especialmente en las gestiones del Lic. José Rafael Lantigua y Tony Raful Tejada, dos prominentes intelectuales dominicanos, que dejaron un legado a su paso por el Ministerio o la Secretaría que promueve las actividades del arte en todas sus manifestaciones.
En el caso específico de José Rafael Lantigua quedó claramente establecido que hubo un antes y un después por la fecunda labor desarrollada por este del 2004 al 2012, caracterizada por su buena gerencia y un excelente equipo de colaboradores, que incluía el más exitoso gestor cultural dominicano don Freddy Ginebra.
El licenciado Tony Raful, a pesar de los precarios recursos económicos que manejó en el Gobierno de Hipólito Mejía, su conocimiento y dominio absoluto de la temática cultural le permitieron realizar un encomiable trabajo. También se hizo acompañar de prestigiosos intelectuales como Andrés L. Mateo, Giovanny Cruz, Mateo Morrison, doña Carmen Heredia de Guerrero, la inolvidable Sonia Silvestre y otros.
Ha llegado el momento después de este monumental fracaso de revisar profundamente la llamada Feria del Libro. No es posible que el país o el Estado esté destinando cuantiosos recursos con resultados tan precarios. Ese evento perdió la trascendencia y si las cosas van a seguir iguales preferimos que esos dineros sean utilizados por el sistema de salud.
El exministro de Cultura Lic. José Rafael Lantigua, quien en las elecciones del 2012 volcó toda su influencia en el ámbito cultural para favorecer la candidatura presidencial de Danilo Medina, debía ser llamado y consultado, lo mismo que José Antonio Rodríguez, Tony Raful, a fin de producir los cambios y transformaciones que demanda con urgencia ese importante quehacer humano.
¡Cuánta falta ha hecho el Lic. José Rafael Lantigua en el Ministerio Cultural! Demostró ser un gran organizador, expositor de fuste, líder cultural y un funcionario abierto y receptivo.