El cubano Isbel Ortiz pudo abrir su Facebook, revisar su correo y ver a su hermana que vive en Estados Unidos. Jorge Satiesteban, en cambio, intentó durante horas conectarse infructuosamente y al mediodía estaba desilusionado. Los cubanos congestionaron el acceso a internet el miércoles luego de que el gobierno habilitó de manera gratuita y por algunas horas el servicio de datos para celulares.
Ni el tórrido calor veraniego ni las preocupaciones económicas distrajeron a los que lograron conectarse durante la prueba piloto organizada por ETECSA, la empresa estatal de telecomunicaciones. «Esta es una buena oportunidad laboral para mí», dijo sonriendo Ortiz, de 48 años, un trabajador independiente del Estado que se dedica a gestionar viajes y confirmar reservas de turistas a Cuba y para ello se conecta con su móvil cada día desde parques o cibercafés. Ortiz debe caminar unas siete cuadras desde su casa hasta encontrar uno de los 700 puntos wi-fi instalados por las autoridades a lo largo de esta década para acceder a la red de redes por el precio de un dólar la hora.