La Habana, (EFE).- El fallido intento de secuestro de un avión en el aeropuerto de La Habana se saldó ayer con la muerte de un teniente coronel que había sido tomado como rehén y la detención de los dos secuestradores, reclutas fugados de una instalación militar, según un comunicado oficial.

En su primera declaración oficial tras el incidente, Cuba insistió en responsabilizar a las autoridades de Estados Unidos de este tipo de acciones violentas mediante la aplicación de leyes que, según La Habana, favorecen la emigración ilegal.

Los dos secuestradores formaban parte de un grupo de reclutas que cumplían el servicio militar activo y se fugaron el pasado 29 de abril de una instalación militar en Managua, en las afueras de La Habana, armados con rifles AK, tras asesinar a un centinela y herir a otro soldado.

Los asaltantes, según un comunicado del Ministerio del Interior (Minint), fueron detenidos en el aeropuerto de La Habana cuando intentaron apoderarse de una aeronave civil con el objetivo de trasladarse hacia Estados Unidos. El incidente comenzó esta madrugada, cuando los dos desertores secuestraron un ómnibus de transporte urbano con varios pasajeros como rehenes e irrumpieron en la Terminal 1 de vuelos nacionales del aeropuerto José Martí.

Una vez allí, penetraron en un avión estacionado en las pistas, sin tripulantes ni pasajeros, y mataron a uno de los rehenes, el teniente coronel de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Víctor Ibo Acuña Velázquez, quien, pese a estar desarmado, trató de abortar el secuestro, añadió el Minint.

Según versiones extraoficiales, el avión que fue abordado por los secuestradores es un Boeing-737 de la compañía española Hola Airlines, que había llegado al aeropuerto de La Habana procedente de Santiago de Cuba.

La acción efectiva y coordinada de las fuerzas del orden permitió frustrar el propósito de los secuestradores y preservar la vida del resto de los rehenes, explicó la nota oficial, que no dio más detalles del operativo que abortó el intento de secuestro.

El comunicado no concretó tampoco la unidad militar de la que se habían fugado los reclutas ni el número de soldados que huyeron, aunque sí apuntó que el resto de los fugados han sido ya detenidos.

El Ministerio del Interior no explicó si hubo heridos durante el tiroteo registrado esta madrugada en el aeropuerto.

La falta de informaciones oficiales hasta cerca de doce horas después de los hechos ha propiciado versiones contradictorias durante todo el día en la isla.

El incidente no ha afectado a las operaciones internacionales de tráfico aéreo y, según un portavoz del aeropuerto, la Terminal 1, que había sido cerrada esta mañana, ha recuperado ya su actividad.

La declaración oficial responsabilizó a Estados Unidos y a la llamada Ley de Ajuste Cubano de este tipo de acciones vandálicas y criminales.

Sobre las máximas autoridades de Estados Unidos recae la responsabilidad por estos nuevos crímenes, que se suman a la larga lista de actos de terrorismo de que Cuba ha sido víctima durante casi medio siglo, denunció el Ministerio del Interior.

El gobierno cubano acusa a Washington de alentar la emigración ilegal por medios violentos con la llamada Ley de ajuste, que facilita a los cubanos que pisan suelo estadounidense conseguir el permiso de residencia en el país.

Estimaciones oficiales cifran en más de medio centenar el número de aviones secuestrados en Cuba, en su mayoría con el objetivo de llegar a Estados Unidos, en los últimos cincuenta años.

El último incidente de este tipo del que se informó oficialmente en la isla se produjo el 10 de abril de 2003, cuando la policía frustró el intento de secuestro de un avión por parte de un grupo de hombres armados que fueron juzgados y condenados a cadena perpetua.

En marzo de ese mismo año se registraron otros dos secuestros de aviones con pasajeros.

El 11 de abril de 2003, tres de los once secuestradores de una lancha de pasajeros fueron ejecutados en La Habana tras un juicio sumarísimo. EFE