A unas dos horas en autobús y una en tren desde Madrid, se encuentra la ciudad de Cuenca, catalogada por muchos como el lugar más hermoso no solo de España, sino de toda Europa.
Se sitúa en el noreste de la región de Castilla y es tan querida históricamente que fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Toda la fachada de la Hoz del Huécar tuvo casas colgadas, pero hoy sólo se conservan tres: la casa de la Sirena y las dos casas del Rey, restauradas a comienzos de este siglo. Son edificios de origen gótico popular y conservan algunos elementos originales.
¿Qué ver? Aunque Cuenca es espectacular por todas partes, un lugar a visitar es su catedral Santa María y San Julián de Cuenca, templo principal de la ciudad y la sede diocesana de la diócesis de Cuenca, en la archidiócesis de Toledo.
De acuerdo a su historia, el 21 de septiembre de 1177, Alfonso VIII de Castilla conquistó la ciudad de Cuenca y se constituye como sede episcopal en el año 1183.
El convento de San Pablo. El mismo se encuentra en las afueras del casco antiguo de la ciudad. Perteneciente a la orden de los dominicos, esta magnífica y antigua edificación está construida sobre un hermoso terreno cuyas vistas son simplemente sublimes.
Puente de San Pablo. El puente original, que era de piedra, se construyó entre los años 1533 y 1589; lamentablemente se desplomó con el paso del tiempo. Por esa razón, en 1902 se construyó otro con materiales de madera y hierro, que se mantiene hasta la actualidad.
Plaza Mayor. Este fantástico espacio aún contempla otras hermosas construcciones, como el ayuntamiento, de estilo barroco y con tres hermosos arcos de medio punto, o el convento de las Petras.
Es un lugar ideal para descansar, tomar hermosas fotografías y disfrutar desde sus terrazas de algún delicioso dulce.
Datos a conocer. Desde un principio, la economía de la ciudad estuvo basada en la industria textil, aunque en la actualidad no es el caso, ya que el turismo es su principal fuente de ingreso, especialmente desde que su casco antiguo fue declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1996.
Torre Mangana. La torre, construida en el siglo XVI, tuvo por objetivo servir como una torre de vigilancia y defensa.