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En el principio de la nada para crearlo todo, Jehová, mientras despertaba la germinación de la vida en todas sus manifestaciones, concomitantemente hablaba, cuando creaba los cielos y la tierra, conforme inician las escrituras en Génesis l.
“Y Dios procedió a decir; Llegue a haber luz. Entonces llegó a ser luz”, (Génesis l-3). Traduce que Jehová-Dios, mientras conformaba el diseño de la vida en el planeta Tierra luego de estructurar la vastedad infinita del Universo, hablaba, sin que hubiese testigo alguno, más bien para escuchar un eco de sí mismo en el quehacer de las estructuras universales.

“Prefiero más hacer que decir”, externó el presidente Danilo Medina en un acto político el día 5 del presente mes, ante un cuestionamiento del comunicador Persio Maldonado, productor de un espacio televisivo y director del periódico El Nuevo Diario.

Cada gobernante, como cada persona, dispone de un estilo para comunicarse con sus semejantes, los comunicadores escribiendo y hablando, los pintores pintando, los músicos ejecutando, y hay gobernantes como el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo que se comunicaba con los periodistas, conversaba frecuente con Radhamés Gómez Papín, asignado a la Presidencia por el diario El Caribe.

El presidente Joaquín Balaguer alternaba con los periodistas en actos públicos, en la Comisión Nacional para el Desarrollo todos los miércoles, en sus caminatas por el Mirador Sur, y así los presidentes Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Hipólito Mejía y Leonel Fernández, atendían sin enfados los cuestionamientos de los periodistas, haciendo y hablando.

El presidente Medina tiene otra conducta y visión que todos sus colegas recientes, es distante con los periodistas, no anuncia sus Visitas Sorpresas, y sus resultados son enviados enlatados a los medios, con un sigilo conventual.