Aparentemente bien cuidado, con una cantidad de kilómetros aceptable… ¡y mucho más barato que un nuevo!.
Un auto usado puede ser un gran ahorro de dinero a la hora de una compra, ya que desde que se saca un auto nuevo del concesionario se empieza a perder dinero.
Con este panorama ¿cómo no va a resultar atractivo comprar un usado?
Así que ojos abiertos, y preste atención a estos consejos antes de comprar.
Cuidado con el kilometraje
Con una explicación coherente, cualquier kilometraje es posible.
Pero si el auto tiene unos diez años de edad y sólo marca un recorrido de menos de 50.000 kilómetros, dúdalo mucho y pide explicaciones.
Aparte de que el vehículo te guste, lo mejor es evitar sentimentalismos y buscar documentos como la libreta de servicio del auto; en ese documento suele anotarse el kilometraje y las fechas con el que ha pasado los servicios de garantía.
Al no encontrarse, las facturas de los talleres tienen una doble utilidad: por un lado valen para saber cómo ha sido cuidado el vehículo, si el propietario ha seguido la guía de mantenimiento y en qué centros ha acudido, y por otro, para saber si el auto ha tenido alguna avería seria y cómo se ha solucionado.
Importante es también controlar que el número del chasis corresponda con la documentación y que no haya sido manipulado.
Controlar el contrato. Ahora bien, lo de ir a buscar el auto, contento, está fenomenal, pero en la compra de un vehículo usado no se puede confiar en nadie, así que lo mejor es que quede constancia por escrito de la operación comercial.
Solicita al vendedor un contrato de compraventa, en el que figuren todos los datos del auto, incluidos los kilómetros.
En caso de dudas. Si al comprar el auto piensas que puede existir un fraude.
Debes acudir de inmediato a la Policía Nacional y presenta una denuncia: es la única manera de conocer y frenar un posible delito de estafa.