Dan cursos para que migrantes EEUU conozcan sus derechos

Dan cursos para que migrantes EEUU conozcan sus derechos

En esta fotografía del miércoles 19 de junio de 2019, Cecilia García, integrante de La Familia Latina Unida y fundadora de Family Reunification not Deportation (Reunificación Familiar, no Deportación), posa para un retrato tras una reunión de emergencia sobre cómo protegerse ante el anuncio del presidente Donald Trump de ordenar redadas migratorias, en la iglesia metodista Lincoln en el vecindario Pilsen de Chicago. (AP Foto/Amr Alfiky)

Ceci García cree que si su esposo comprendiera mejor cuáles son sus derechos, hubiera podido evitar ser deportado a México tras decirle a un policía de los suburbios de Chicago que lo detuvo por una infracción de tránsito en 2012 que estaba viviendo ilegalmente en Estados Unidos. “Falló al no haber guardado silencio», dijo la ciudadana estadounidense, madre de cinco hijos. “Siguió adelante y dijo la verdad».
Ahora la mujer de Chicago pasa su tiempo enseñándole a otros cómo evitar que les pase lo que le ocurrió a su marido, parte de un esfuerzo creciente a nivel nacional desde que el presidente Donald Trump asumió el puesto y que en los últimos días adquirió una nueva urgencia.
Al arrancar su campaña para las elecciones de 2020, Trump había proclamado que su gobierno lanzaría un nuevo operativo en los próximos días para deportar a millones de personas que viven ilegalmente en el país. El sábado tuiteó que había postergado el plan dos semanas con la esperanza de que los demócratas y los republicanos puedan hallar soluciones a “los problemas de asilo y de resquicios legales en la frontera sur».
Desde Los Ángeles hasta Atlanta, activistas y abogados han implementado talleres “conoce tus derechos» en escuelas, iglesias, tiendas y consulados, recomendando qué hacer si el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas se presenta en la casa o en las calles. Han organizado escenificaciones sobre cómo comportarse, han entregado guías de bolsillo, proporcionado líneas telefónicas para denunciar, difundido seminarios en internet y ofrecido planes de acción. El resultado, argumentan activistas, son inmigrantes con mayores habilidades que cada vez más se niegan a abrir sus puertas o proporcionar información, algo que esperan mitigará el impacto de cualquier operativo.
“Se trata más de asegurarse de que la gente sienta que tiene algo de poder sobre lo que está ocurriendo en sus vidas», dijo Katarina Ramos, abogada del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes. “Y de que tienen algo de control sobre lo que inherentemente es una situación muy alarmante».
Ya sea la Unión Americana por las Libertades Civiles o una organización sin fines de lucro, los entrenamientos se enfocan en las mismas ideas: el derecho a guardar silencio; el negarle a los agentes el ingreso a una vivienda; no firmar nada sin un representante legal; y solicitarle a los agentes que presenten papeles.

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