Más de 14 años tiene Marilí Gallardo guiando y dirigiendo procesos educativos-artísticos en comunidades rurales de Villa Mella con niñas, adolescentes y jóvenes a través de Kalalu-Danza.

Kalalu Danza forma a esta población convirtiéndola en educadoras y líderes con un fuerte empoderamiento de género e identidad desde el desarrollo artístico-cultural. Tienen un gran conocimiento de su historia, su cultura, sus raíces ancestrales y una alta valoración de su cultura local como se observa en las actividades que desarrolla.

La escuela Kalalu-Danza muestra el éxito del uso de una metodología activo-participativa y creativa en la educación con la combinación de música-danza desde el reconocimiento de los ritmos y movimientos de nuestra cultura y folklore con raíces afroantillanas. Esta experiencia se asemeja bastante al método Orff, creado por el compositor alemán que al igual que Kodály (compositor húngaro) son forjadores de escuelas pedagógico-musicales de presencia mundial en sistemas educativos formales e informales. Estos compositores crearon escuelas pedagógicas sostenidas en los ritmos folklóricos del país, logrando así “dar importancia a la forma de ser y comportamiento del niño, desarrollo de la creatividad, destrezas cognitivas, afectivas y psico-motoras”. (Orff, Pedagogía Musical).

Marili Gallardo con la Escuela Kalalu-Danza desarrolla este mismo abordaje sin necesariamente tomar como punto de partida a los pedagogos musicales per-se sino a la cultura afroantillana. Su enfoque apunta a la combinación fundamental de cualquier modelo educativo que persigue educación de calidad sostenida en el estudiante como sujeto con enfoque de género.

Niñas, adolescentes y jóvenes que se forman en Kalalu-Danza deberían estar participando como facilitadoras de los procesos educativos que se desarrollan en la educación básica y media desde un modelo de educación para la paz, prevención de violencia de género y fortalecimiento de la identidad.

La prevención de la violencia de género en nuestra sociedad es una gran urgencia, así como el fortalecimiento de nuestra identidad cultural afroantillana. Kalalu-Danza aporta el instrumental metodológico sostenido en prácticas exitosas desde la combinación danza-música-educación. Las niñas, adolescentes y jóvenes que se forman en Kalalu-Danza fortalecen su autoestima y se empoderan de su cuerpo de forma tal que difícilmente formen parte de un círculo de violencia o sean víctimas.

El Ministerio de Educación debe tomar a Kalalu-Danza y otras experiencias exitosas presentes en la radiografía nacional como modelo de buenas prácticas a ser replicado e invertir en esta experiencia para su fortalecimiento y ampliación. Kalalu-Danza es fruto del loable esfuerzo de Marili Gallardo junto a todo su equipo rompiendo grandes barreras, rechazo, resistencias, con escasos apoyo-recursos, sin un Estado que valore esta experiencia en su justa dimensión.