De la cárcel del ego a la emancipación del espíritu

De la cárcel del ego a la emancipación del espíritu

La trampa de la mente es identificarse con el ego y utilizar su voz para guiar la conciencia. La función del ego es operar en la materia, por lo que suele buscar la alianza de nuestra parte niño. Esta instancia de nuestra psique impulsa su movimiento en la búsqueda del placer, por lo que suele involucrar al cuerpo en sus deseos. Por su falta de maduración, el niño no tiene capacidad de contención.

Crecer duele. Podemos detener el crecimiento emocional y mental jugando a ser inmaduros o niños, pero el cuerpo no puede escapar del presente. Él vive cada momento que experimentamos, tomando registro de cada paso de la travesía. Sin embargo, al no haber una conciencia que digiera los procesos y le dé un buen lugar a las vivencias, el cuerpo se congestiona hasta acabar intoxicado por la cantidad de información no procesada.

La fórmula para silenciar al ego es practicar la humildad, hasta que sea la única forma posible de vivir. La vida como la conocemos es de contrastes, así que como dice “Desiderata” siempre encontraremos a alguien más grande, y más pequeño que nosotros.

Hasta que no logremos el reconocimiento de nuestra identidad espiritual, tendremos que lidiar con los sentimientos de inferioridad, y el dolor que nos ocasiona la falta de merecimiento. Sentirnos en desventaja frente a los otros que nos superan, es parte demadurar, tal como la humedad forma parte de la naturaleza del agua. Los sentimientos de inferioridad engendran compensaciones que nos dan una ilusoriasensación de fuerza; agresividad, perfeccionismo, control, exigencia, etc.

La mente está diseñada para controlar al cuerpo. Cuando la mente se identifica con la materia, cree que tiene poder para controlarlo todo: cambiar el destino, lograr lo que quiere sin contar con las fuerzas de la providencia, y tener “libre albedrio” ignorando los propósitos de Dios. Hasta nos decimos: “Dios dice ayúdate que yo te ayudaré”, a fin de justificar nuestras acciones.Creer que Dios necesita nuestra ayuda, porque tiene muchas ocupaciones y no da abasto, es completamente arrogante.

Cada vez que miramos en dirección de cambiar algo de nosotros (o de otros) para lograr plenitud y/o felicidad, hemos elegido el camino difícil: generar el cambio desde las propias fuerzas. Muchas personas quieren mejorar, pero en realidad no desean cambiar. El cambio es la muerte de lo que éramos. El ego sabe que si logramos liberarnos de su prisión, ya no tendrá dominio sobre nosotros.

Para el ego cambio y muerte son sinónimos, y se resiste a morir. Cuando decimos, “quiero mejorar mi comunicación”, “estoy trabajando en mi disciplina”, “quiero ser más segura”, etc, estamos cayendo en una trampa. En realidad, lo que nos estamos diciendo es: “no estoy tan mal, lo que tengo es que mejorar…no necesito cambiar, solo ser un poco más tal cosa, o un poco menos tal otra”.

Sanar implica seguir adelante y abandonar nuestras ilusiones infantiles de evitar el dolor.Cualquier situación que vemos en el exterior es porque la hemos creado en el interior, o nos hemos identificado con ella. En vez de asumir el desafío de crecimiento que se nos presenta, buscamos desesperadamente deshacernos de él y escapar de lo que nos duele o lastima. Así, seguimos dando vueltas en un círculo vicioso donde fortalecemos el problema y alargamos el proceso que queremos dejar atrás.

Si queremos salir de la cárcel del ego y gozar la emancipación desde el espíritu, es necesario asentir con humildad a nuestras impotencias más profundas. Entregar nuestras miserias al Creador es un movimiento muy sanador. La lección 242 de un curso de milagros es una guía para saber cómo hacerlo:

«…No entiendo el mundo, por lo tanto, tratar de dirigir mi vida por mi cuenta es una locura. Hay Alguien que sabe qué es lo que más me conviene. Él se alegra de tomar por mi únicamente aquellas decisiones que me conducen a Dios. Pongo este día en Sus manos, pues no quiero demorar mi regreso al hogar. Este día se lo dedico a Dios. Es el regalo que le hago.»

 

 

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