La señora Cristina Lizardo, presidenta del Senado, ha declarado a los periódicos que el Presidente Medina y el expresidente Fernández, deben tener un encuentro antes de comenzar las deliberaciones del Comité Político del PLD. La reunión de este organismo del partido, según se espera, podría centrarse en el tema de la pertinencia de convocar las cámaras legislativas para iniciar los procesos que conduzcan a una Asamblea Revisora de la Constitución. Reinaldo Pared Pérez, anterior presidente del Senado y aspirante a la nominación presidencial por el PLD, también ha declarado que es conveniente que Medina y Fernández hablen antes de la sesión del Comité Político.

Para que el actual Presidente pueda ser nominado para un nuevo periodo de gobierno es obligatorio modificar la Constitución. Su altísima “tasa de aprobación” en las encuestas de opinión, ha llevado a muchos de sus colaboradores próximos a promover la “necesidad de una Asamblea Revisora de la Constitución”. Tal es el caso de Gedeón de los Santos, José Ramón Peralta, Gonzalo Castillo, todos altos funcionarios del gobierno actual. Las personas que estiman imprescindible una conversación entre Medina y Fernández son peledeístas que, al mismo tiempo que defienden “la unidad del partido”, reconocen que en el PLD existen dos líderes.

Algunos grupos de oposición al PLD se complacen en decir: “es un partido bicéfalo”; tiene dos cabezas y está a punto de dividirse, como es la tradición política dominicana. El Partido Reformista Social Cristiano experimentó en el pasado “bicefalias” y resquebrajaduras memorables. Basta recordar a Augusto Lora y a Fernando Álvarez. Actualmente el PRSC está escindido entre los que siguen a Quique Antún y los que han puesto tienda aparte con Amable Aristy. Las ambiciones humanas determinan pugnas en todas las organizaciones.

Dentro del PRD son viejísimas las divisiones, que comenzaron en el exilio, después de 1939; todos recuerdan los encontronazos entre Peña Gómez y Majluta, la creación del BIS y del PRI. Ahora mismo existen dos PRD, uno viejo y otro “moderno”. Claro está, no es lo mismo la “bicefalia” en el poder que fuera del gobierno. La pregunta clave de los peledeístas es: en vista de la “bicefalia” general, ¿con cuál de nuestros líderes ganaríamos más fácilmente las próximas elecciones?