Decisión para enfrentar a los sindicatos

Decisión para enfrentar a los sindicatos

Después de casi medio siglo de miedo a los sindicatos, las autoridades y la sociedad civil, poco a poco sacan sus garras de responsabilidad ciudadana para someter a los mismos a la legalidad.
Por un tiempo eran las acostumbradas huelgas de los sindicatos choferiles que aterrorizaban a la ciudadanía con sus desmanes, y que los gobiernos, para tranquilizarlos, los complacían en sus exigencias siempre en perjuicio del usuario. Sus huelgas en la década del 60 y del 70 del siglo pasado fueron traumáticas por los desmanes y la destrucción de propiedades. Y las consecuencias de nuevas e inverosímiles concesiones que lograban. Poco a poco esa cultura ha cambiado en los últimos meses. Hay intenciones de mantenerlos sometidos a la ley en particular a los más ardientes dirigentes acorralarlos por su largo historial de malandrinadas y enriquecimientos en perjuicio del libre tránsito y comercio.
Y ahora en el siglo XXI, los médicos y profesores se han ocupado de alterar los malos servicios que ofrecen. Ahora son peores. Por tanto la situación de la mayor parte de los dominicanos es lamentable, ya que no obtienen la más mínima calidad de los servicios en la salud y en la educación. La educación sufre con una escuela que pese a su remozamiento y llenar el país de cientos de nuevas aulas, ha sido calificada internacionalmente como fallida por los bajos índices de competencia del profesorado para atender el estudiantado.
Por culpa de los maestros, nuestras escuelas, pese a la abrumadora inversión de los pasados cinco años, las nuevas generaciones salen cada vez menos preparadas. Es un material humano muy abundante para la producción de delincuentes e incorporarse a los “ni-ni” (ni trabajan-ni estudian) por una escuela afamada internacionalmente como muy mediocre. Es por la pésima instrucción pedagógica de un núcleo humano supuestamente magisterial más empeñado en arrancarles más dinero al gobierno y al generoso 4%.
Y lo anterior no se ha traducido en mayor calidad del magisterio. Este permanece encasillado en un sindicalismo de agitación en contra de las autoridades y el país. Y eso que los dirigentes del gremio de la ADP pertenecen al partido de gobierno. Son los agentes de destrucción de su propia administración abandonando las aulas frecuentemente a nombre de exigir mejores salarios.
La pobre calidad del magisterio es el mejor combustible de las protestas como las más recientes atacando a las autoridades en sus exigencias salariales. Y eso que ya ningún maestro gana menos de $25,000 mensuales, convirtiéndolos en los gremialistas más beneficiados por el gobierno. Mucho más que los choferes que ya de por sí han sido frenados en sus terrorismo contra la ciudadanía.
La escolaridad de las nuevas generaciones ha sido cretinizada por los maestros de la ADP. Aún así el gobierno no los somete a la disciplina y al orden, dejándole de pagar los días que permanecen fuera de las aulas en sus continuas demandas salariales. Y es que dejan a los estudiantes con enormes lagunas de aprendizaje en un ya de por sí mal sistema de enseñanza.
Por razones políticas, del clientelismo y el populismo rampante existente en el país desde 1962, los políticos gobernantes a ningún gremio de médicos y profesores le descuentan de sus salarios los días que dejan de trabajar. Esto cuando se inventan sus huelgas reivindicativas por mejores salarios, inclusive cuando el entusiasmo huelguístico los lleva a estar fuera de sus locales de trabajo por varias semanas.
De ahí que es de mucha responsabilidad la acción emprendida por los padres del alumnado de escuelas de Barahona para llevar a los maestros a los tribunales y obligarlos a retornar sus labores. Y con la sentencia emitida por los jueces de los tribunales de Barahona se logró que por primera vez la justicia derrotó a los enardecidos y engreídos maestros. Ellos se creían como los dueños de país reemplazando a los choferes de tan acertado calificativo. Fue una sentencia ejemplar y el pataleo no se hizo esperar.
Ahora los maestros tienen motivos para seguir demostrándole al país su egoísmo en que tan solo piensan en sus bolsillos pese a que han sido recompensados con apreciables aumentos. Continuarán en lo único que sabe hacer muy bien que es realizar paros, ya que la enseñanza que imparten solo han servido para fomentar una escuela fallida, pese a tantas facilidades que se han volcado hacia el sector, que con el 4% del presupuesto nacional, ha transformado físicamente las escuelas.

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