Decorados a lo alto de casas citadinas

Decorados a lo alto de casas citadinas

POR SEGUNDO ANTONIO VÁSQUEZ
La ciudad de Santo Domingo y sus alrededores presentan ciertos edificios de dos niveles donde la estructura del segundo tiene una curiosa formación decorada.

En la vía Doctor Delgado esquina Leonor de Ovando aparece un edificio de dos niveles, cuyo frente esquinero es curioso al estar formado por una galería interna escondida, casi cerrada.

Allí se aprecia una gruesa moldura recta triple, que sobresaliendo un poco interiormente encierra jardineras, divididas por dos pequeñas columnas redondas cuya parte de arriba la forman tres molduras circulares que le dan la vuelta.

De este corredor, lateralmente aparecen dos molduras que centralmente les cruza otra como motivo de adorno estructural.

Pero lo más curioso es ver la parte superior, que partiendo de esta galería llega al borde del techo donde lateralmente presenta otro sobresaliente igual que el anterior, pero esta vez menos largo.

Al medio forma una curva, la cual en la pared de abajo tiene colocado un círculo bordeado por dobles molduras, cuyo centro presenta un tragaluz de vidrio formando rombos color naranja, bordeado con líneas color verde que sirven de tragaluz, en cuyos lados se aprecia una doble franja de molduras que curvamente la rodea.

En el lateral izquierdo se puede observar una triple ventana rectangular casi escondida con cristales jaspeados. 

Igualmente, en la número 303 de la misma calle aparece otra residencia de dos niveles, que también está curiosamente ornamentada.

Ésta presenta una pared de poco grosor, la cual proyectándose hacia delante con dobleces deja huecos donde la parte del medio forma una curva, la cual abarca otra paralela que también se proyecta hacia afuera, proveniente de otro cuerpo con iguales dobleces que forman ángulos rectos, los cuales unidos a uno central lateralmente forman cavidades rectagulares.Este muro encierra centralmente una ventana de vidrio con tope lobulado, que debajo tiene una jardinera.

Asímismo, en la calle Eusebio Manzueta esquina Arzobispo Valera aparece un edificio de dos niveles curioso, debido a que su segunda planta solamente tiene tragaluces.

Este vértice esquinero tronchado tiene una abertura rectangular rodeada de marcos lisos, cuyos ángulos forman cuadros, cerrada con gruesos bloques de vidrios cuadrados, pero en el remate muestra un bordeado donde sobresale un bloque de concreto recto que al llegar al medio forma una curva cuyo centro tiene una abertura redonda.

En los lados aparecen dos paredes con tragaluces que forman el vértice de un triángulo invertido escalonado y, contiguo hay otra pared con los mismos tragaluces y un hueco rectangular que está cerrado con bloques calados. 

En lo alto tiene otro bordeado con curva sin hueco cerrado, cuyo remate tiene una corta marquesina sostenida por dos columnas redondas que surgen de otra igual.

En la calle María de Toledo esquina Máximo Grullón se aprecia un edificio de cuatro pisos con altas paredes frontales con sólo cuatro huecos enrejados para la entrada de aire y dos rectangulares con vidrios como tragaluces.

En cada lado hay una pared que sobresale con un borde curvado en cuyo remate hay un alto muro abierto en el medio con orilla escalonada. Ésta sólo presenta tres cavidades rectangulares cerradas con vidrios que son tragaluces.

 Del vértice angular curvado parten tres barras de metal cruzados por otros, formando cuadros que más bien sirven de adorno y en el lado derecho aparece una pared alta que tiene dos huecos cuadrados con rejas para la entrada de aire y dos rectangulares con vidrios que también son tragaluces.

Le sigue otra elevada pared muy gruesa, totalmente compacta sin huecos ni tragaluces, sólo con marcas cuadriculadas y en el techo un bordeado curvo que la rodea.

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