OLMEDO VÁSQUEZ
Datos del último Censo Nacional de Población y Vivienda dan cuenta del decrecimiento significativo que se produce en la población de esta provincia.

Para muchos, esto no tiene significado alguno, pero es bueno destacar su importancia y qué podría acarrear para nuestro desarrollo.

Primero, desincentivados por la falta de atractivos que ofrece la vida rural y urbana, motiva a los nativos a emigrar hacia las grandes ciudades, donde se les ofrece mejor forma de vida.

El resultado de estas emigraciones es fruto de nuestro ilimitado mercado laboral, donde no se dispone de las suficientes fuentes de trabajo para absorber la mano de obra emigrante; lo mismo ocurre con los servicios básicos de agua, educación, salud, electricidad y el mismo orden público.

Las provincias vecinas tampoco ofrecen incentivos para contribuir al cambio de situación, lo que facilita más el proceso emigratorio hacia el Distrito Nacional, Santiago, la zona turística de Bávaro, Estados Unidos y España, fundamentalmente.

Nos hemos preguntado alguna vez, por qué emigramos o qué hacemos para no emigrar?

Si observamos, nos damos cuenta que la población del campo es más joven que la de la ciudad y tiene sed de colocarse en el campo laboral y educativo, ya que sin el mismo es imposible desarrollar una sociedad, mucho menos sin recursos humanos calificados.

Es verdad que el país se ha desarrollado grandemente en los últimos años, con una notable diferencia entre los que viven en la ciudad y los que se quedan en los campos y pueblos, motivando esa gran movilidad hacia los bolsones de población o barrios marginales, principalmente en la Capital y Santiago.

Frente a esta situación migratoria en la que toda la población tiende a vivir en las grandes ciudades por las facilidades que encuentran, es bueno recordar las palabras del presidente de la Comisión Provincial para el Apoyo al Desarrollo, Mariano Germán, en el periódico Hoy, página seis de fecha 29 de diciembre del 2006, señaló que el presidente Leonel Fernández, reunido con los 32 gobernadores provinciales pasaron revista a la situación de las provincias y las obras ejecutadas durante ese año 2006, así como la ejecución de las que se realizarán el próximo año, o sea el 2007.

En esa ocasión anunció la ejecución de 515 obras que superan los RD$20,447 millones a nivel nacional, que incluye entre otras, puentes, carreteras, viviendas, construcción de aceras y caminos vecinales. Esperamos que a Neiba le toque su tajada y ojalá que sea de diez obras de las que hablaba el ingeniero Freddy Pérez, secretario de Obras Públicas, que le tocará a algunas provincias para este 2007 y no el mínimo de dos obras. Bastantes obras se necesitan.

Nuestro país alcanza los nueve millones 299 mil habitantes, cifra indicativa de que una gran parte de la población vivirá en las grandes ciudades y de la presencia de una cantidad de personas no productivas en esos lugares, que conlleva una carga el Estado mediante mecanismos de seguridad social y el sistema de pensiones y jubilaciones, en atenciones a una población que envejece.

El último Censo señala a la provincia Baoruco como una de las menos pobladas, fruto de la emigración, que disminuyó su población a 91,480 habitantes, es decir 13,726 menos de los 105,206 que se estima en el Censo de 1993. Esto es un 13.1% durante el período intercensal ó el 1.4% anual.

Su población ahora se distribuye como sigue: 25,429 para Neiba, municipio cabecera, dividida en 12,987 varones y 12,433 hembras; Galván, con 14,356 de los que 7,351 son varones y 7,005 hembras; Uvilla con 13,399, de los cuales 6,767 son varones y 6,632 hembras; Villa Jaragua 11,437. De esos, 5,784 corresponden al sexo masculino y 5,653 al femenino; Tamayo posee 9,895, para sumar 5,214 varones y 4,681 hembras.

El distrito municipal de El Palmar cuenta con 9,142 habitantes con 4,749 varones y 4,402 hembras. Finalmente, el municipio de Los Ríos, con 7,831, de los cuales 4,061 son varones y 3,370 mujeres.

Ante la realidad de Baoruco, conviene el apoyo gubernamental para el fomento de la industria vitícola, ya que Neiba desde años es quien suple de las uvas al mercado nacional y como cultivo exclusivo de esta zona, en un corto plazo, se podría sustituir la importación de todos sus derivados como jaleas, vinos, pasas secas y vinagre, para citar algunos, evidenciando un verdadero potencial para el mercado y la industria nacional. También, en esta región es rentable todo tipo de actividad avícola, pues las condiciones climáticas son consideradas como una de las mejores en toda el área del Caribe.

Igualmente, el gobierno debe apoyar proyectos de instituciones no gubernamentales, como es el caso de la Asociación para el Desarrollo de la provincia Baoruco (ADEPROBA), organismo que ha presentado ante la Dirección General de Escuelas Vocacionales de las Fuerzas Armadas, un proyecto para el funcionamiento de una Escuela Técnico Vocacional en esta provincia, con el objetivo de formar profesionales en las áreas de electricidad, plomería, refrigeración y mecánica automotriz, entre otras.

Finalmente, afirmo que la gente de esta provincia emigra por la falta de industrias y fuentes de empleos. En Neiba, para citar un caso, los jóvenes deambulan por nuestras calles cayendo en el vicio del alcohol y quién sabe en qué otros más, muchos de ellos bachilleres pero sin recursos ni siquiera para desplazarse a Barahona, que dista a unos 54 kilómetros, para asistir al Centro Universitario del Suroeste de la UASD.