ROMA. El Senado italiano aprobó ayer un decreto que limita los contratos de trabajo temporal y penaliza a las compañías que trasladan su producción al extranjero, concretando la primera gran ley del nuevo Gobierno.
La seguridad laboral fue el grito de guerra electoral del ministro de Trabajo Luigi Di Maio, líder del partido antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S), que ha gobernado junto a la derechista Liga desde el 1 de junio.
El paquete de medidas, que Di Maio denominó “decreto de dignidad”, incluye la prohibición de publicidad en todas las formas de juegos y apuestas, que según M5S perjudica las finanzas familiares y apunta a los miembros más débiles de la sociedad.
La Cámara alta aprobó el decreto, elaborado a principios de julio, por 155 votos a favor y 125 en contra. Ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados, por lo que se convierte en ley.
La legislación tiene por objetivo concretar la promesa de campaña de Di Maio de acabar con el abuso de los contratos temporales, después de que el ex primer ministro Matteo Renzi aprobara una ley que propiciaba su liberalización.
Con el fin de desincentivar estos contratos, la nueva ley aumenta los costos para las compañías que los utilicen y reduce el número de veces que pueden ser renovados a un máximo de dos años desde los tres anteriores.
La mayoría de las asociaciones de empresarios, cuyos miembros usan mucho los contratos temporales, ha criticado los cambios, que según las encuestas cuentan con un fuerte apoyo de los votantes.
“Este es el primer decreto en décadas que no ha sido dictado por grupos de presión ni intereses personales”, dijo Di Maio.