A 15 años de haber implementado la Ley 87-01, de Seguridad Social, el sistema exhibe luces y sombras, lo mismo que desafíos.
Así lo consideró ayer el doctor Bernardo Defilló, primer superintendente de Salud que tuvo el sistema, quien asegura que persisten las inequidades.
A su juicio, conviene revisar en forma objetiva el balance y ejecución en los aspectos positivos que se implementaron con los regímenes contributivo y subsidiado, así como en los beneficios relativos que han recibido los afiliados al sistema.
De igual forma, exhibe debilidades y aspectos inconclusos que han facilitado la distorsión de sus principales objetivos, así como la existencia de dos niveles económicos, uno del régimen contributivo y otro del subsidiado, explicó Defilló al analizar los 15 años que tiene funcionando el sistema.
Para el exsuperintendente de Salud y Riesgos Laborales, los aspectos negativos han facilitado las confrontaciones e inequidades entre los actores y se ha mantenido la preminencia en el poder de quienes administran el riesgo frente a prestadores individuales y corporativas.
Entre los prestadores mencionó a las clínicas, hospitales y médicos agrupados en las diferentes sociedades especializadas.
Distorsiones. Para Defilló, las inequidades y distorsiones económicas y financieras han permitido bajos niveles de los aportes al sector salud en función del Producto Interno Bruto, costos, salarios y gastos observados, deben ser analizados.
Para las autoridades del Consejo Nacional de Seguridad (CNSS) señala como el principal logro el que a 15 años de aplicación de la Ley 87-01, casi el 70% de la población está afiliada al Seguro Familiar de Salud (SFS) de los regímenes contributivo y subsidiado.
Asimismo, la afiliación al SFS pasó de 46.2% en diciembre 2011 a 68.5% al cierre del primer trimestre del 2016, es decir, un crecimiento de 2 millones 270 mil personas en estos últimos cinco años.
“En el régimen subsidiado, que establece la protección de las personas más vulnerables, con ingresos inestables e inferiores al salario mínimo, se incrementó la afiliación en 1 millón 313 mil, pasando del 46.6% de cobertura en diciembre 2011 al 101.4% al cierre del primer trimestre del 2016, para un total de 3 millones 271 mil personas, dijo Rafael Pérez Modesto, gerente.
El funcionario evaluó los 15 años y aseguró que la pobreza establecida según los mecanismos de medición de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Mundial se redujo de manera drástica en el año 2011