Del latón al diseño de vanguardia

Del latón al diseño de vanguardia

Gran parte de sus complementos de cocina podrían estar no sólo sobre el fogón, sino en un lugar destacado de la vitrina del salón. El diseño de vanguardia ha guiado los pasos de Alessi. La firma nació en el norte de Italia, en una zona de tradición industrial en el metal.

Poco a poco fue innovando en el campo del menaje, un sector que siempre fue su soporte, y la tradición fue dando paso a la experimentación. Los primeros materiales se creaban artesanalmente: cobre, latón y alpaca, niquelados o cromados con un acabado perfecto, ese era el objetivo.

Gracias a Carlo Alessi, en los primeros años cuarenta la empresa se transforma y pasa de una dimensión artesanal a la estructura de una verdadera industria donde se empieza a experimentar con un nuevo material: el acero inoxidable. El éxito de esos años fue el servicio octagonal de té y café y el juego de café «Bombé».

Sin apenas darse cuenta, la firma fue absorbiendo las tendencias de la moda. En los años 50 comienza ya a colaborar con diseñadores externos, especialmente en el momento que decide optar por la expansión al sector hotelero donde fruteros, cocteleras o pinzas para el hielo significan un paso más en sus diseños para el hogar.

SECTORES DEL DISEÑO

El auge de los primeros vuelos en avión no pasa desapercibido para los directivos de Alessi, que deciden crear una serie especial, Avio, diseñada por Massoni y Mazzeri, donde desarrollan piezas como un dispensador de azúcar, un pimentero o una ensaladera de acero inoxidable.

Entre los diseñadores de Alessi se encuentran los más conocidos en Italia e incluso prestigiosas figuras de la arquitectura como Venturi, Machael Graves, Norman Foster, Mario Botta, Oscar Tusquets o Hans Hollein, entre otros.

La creatividad que desarrolla la firma es la circunstancia que ha motivado que algunas de sus piezas más reconocidas se hallen incluso en el Museo Metropolitan de Nueva York, como es el caso de la cafetera 9090 que creo Richard Sapper, o la serie de utensilios de cocina La cintura di Orione.

Frank Gehry aún no ha expuesto la tetera que diseñó para la firma, en acero inoxidable con mango y tapón de caoba, en el museo Guggenheim de Bilbao, una de sus últimas creaciones.

En los ochenta, Achile Castiglione da un paso hacia piezas de carácter lúdico con la serie King-Kong, la conocida bandeja con «hombrecitos» que ofrece un aire menos intelectual que el resto de colecciones. Una renovación acorde con los tiempos.

CELEBRACION

La historia de la firma merece un reconocimiento y una recopilación de cada una de sus colecciones, por este motivo Alessi ha programado una exhibición itinerante por escenarios como Milán, Roma, Berlín, París o Madrid.

La firma italiana sigue aportando a lo cotidiano un toque de creatividad e innovación sin olvidar la funcionalidad de cada elemento, sin sustituir el verdadero sentido de cada complemento del hogar.

DEL POP AL ART DECÓ

El Pop Americano y la tradición Art Decó europea se dieron la mano gracias a las líneas del arquitecto Michael Graves. Él es quien diseña el «hervidor con el chiflete pajarito», el primero de una serie de artículos como la lechera, el azucarero, la cafetera de émbolo, aceitera, tapón, reloj cronómetro.

Pero si hay un icono con el que se identifiquen los diseños de Alessi ese es el exprimidor de Philippe Starck «Juicy Salif». El autor ha seguido diseñando para Alessi objetos como la quesera con rallador o el matamoscas «Dr. Skud».

Alessandro Mendini en los años 90 le dio una vuelta de tuerca al sacacorchos tirabuzón con cara de mujer.

Pero si eso era el comienzo de una década, la vuelta a la magia del diseño tiene que ver con la serie diseñada por Giovannoni y Venturini en la que los objetos, elaborados en resina de distintos colores, evocan pequeñas fábulas.

En el recipiente para la mantequilla «ship shape» la espátula se trasforma en humo; en el set de sal y pimienta «Liliput», pequeños hombrecillos se agarran con patas magnéticas a la base, y el abridor de botellas es un diablo rojo con sonrisa pícara.

Con el paso al nuevo milenio, Ron Arad ha hecho famosos sus cuencos para aperitivos. EFE REPORTAJES

Publicaciones Relacionadas

Más leídas