Del turismo de sol y playa al ecoturismo: entre retos y oportunidades

<STRONG>Del turismo de sol y playa al ecoturismo: entre retos y oportunidades</STRONG>

Hoy por hoy las aguas cristalinas de nuestras playas, las arenas blancas, los cocoteros danzarines y el vivaz sol son una “marca de agua” de nuestro turismo. La idea no es mala y de hecho hay un dejo de orgullo en pasar por una estación de metro en Berlín y con la temperatura cinco grados bajo cero, encontrarte un letrero gigante que reza: ¡República Dominicana lo tiene todo! Teniendo de fondo esas aguas azules que tú conoces tan bien y capaces por demás de transmitirte el calor de tu tierra.

Sin embargo, centrar nuestra oferta turística sólo en este modelo es desaprovechar esas joyas ecoturísticas con las que definitivamente hemos sido premiados y negarle, sobretodo a las comunidades más empobrecidas del Sur, del Norte y hasta del mismo Este, los beneficios de un modelo turístico que si bien ya no es nuevo, en nuestro país hace falta que se considere en mayor medida.

De ahí que cada vez sea más y más necesario seguir aunando esfuerzos, estrategias e inversiones en la diversificación de la oferta y que tanto los dominicanos como los extranjeros entiendan que para recorrer, conocer y disfrutar aquí hay más que sol y playas.

 

VIDEO: Polibio Schiffino, tesorero de Asonahores, explica las ventajas de convertir a  República Dominicana en un destino turístico diversificado


 

Se trata también de diversificar y hacer aún más rentable una industria cuyos aportes pudieran ser parte de la respuesta para que el 42 por ciento de dominicanos que, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), vive en la pobreza, salga definitivamente de la misma o al menos logre avances en los niveles de desarrollo.

No es negar la importancia o relevancia actual de la industria turística tradicional. Pese a sus altas y bajas, el turismo dominicano continúa representando una importante producción económica de gran capacidad de generación de ingresos en divisas, que además tiene mucha relevancia en la generación de empleos y en el crecimiento.

Esta semana, el ministro de Turismo, Francisco Javier García, en declaraciones al Periódico HOY, aseguró que la República Dominicana sigue siendo el líder en materia turística y el país que más crece de la región, indicando que en agosto de este año el sector registró un crecimiento de 7 por ciento.

En este sentido, dijo sentirse optimista en relación al futuro de la industria turística dominicana y afirmó que en todos los ámbitos se han registrado mejorías.

Con unos meses de anterioridad el expresidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de República Dominicana (Asonahores), Julio Llibre, expresó que el turismo ha mostrado un vigor y una fuerza superior a la que han tenido la mayoría de las actividades de importancia en la economía mundial.

“Este sigue siendo, en opinión de muchos, uno de los sectores estratégicos ancla para enfrentar los problemas que afectan a la economía mundial”, precisó Llibre en unas declaraciones que ofreció al periódico Listín Diario.

Ciertamente, por su estratégica ubicación geográfica,  en el mismo trayecto del sol, como diría el Poeta Nacional Pedro Mir,  “puerta de entrada”  para los mercados de Estados Unidos y América Latina, por sus servicios aéreos y marítimos, que permiten a los turistas estar comunicados con las principales líneas marítimas y aéreas del mundo, y por los servicios de telecomunicaciones, uno de los mejores de toda la región, tenemos condiciones óptimas para seguir apostando al desarrollo de esta industria.

Retos, debilidades y amenazas. No obstante, también hay grandes debilidades y amenazas. Retos a los que se enfrenta el turismo dominicano que a lo largo de los últimos años han sido señalados por varias personalidades y entidades, tanto locales, como extranjeras.

En este sentido, la analista Gabriela Fernández Leroux, del  Consejo Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), considera que de entrada es válido hacer alusión a la crisis económica que ha afectado a los mercados emisores europeos, la cancelación de importantes rutas aéreas, el alza en los costos de los pasajes aéreos y el aumento de la inseguridad ciudadana, del cual daremos detalles más adelante.

Estos factores, entre otros, han amenazado la meta señalada por el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, en su discurso de toma de posesión de alcanzar la meta de diez millones de turistas al 2022.

 

Danilo Medina mejor con banda

Danilo Medina aspira a 10 millones de turistas.

 

“La meta de 10 millones de turistas al año es el objetivo principal que debemos alcanzar en la próxima década, mediante la ejecución de los programas y proyectos que hemos considerado prioritarios», dijo en esa ocasión el mandatario.

Sin embargo, aún cuando de acuerdo a datos calculados por este diario el Gobierno aumentó en 146% el presupuesto para el sector turístico, el Banco Central (BC) da cuenta de que el flujo de visitantes durante el primer trimestre de este año, solo tuvo una variación de 0.3% al recibir 2,460,862 visitantes no residentes, 7,090 pasajeros adicional al año anterior en el mismo período.

La misma entidad reguladora, el BC, señala que los ingresos generados por el sector a junio del 2013 aumentaron  3.1% y el valor agregado un 1.8%, sin embargo en el mismo período del 2012, los ingresos reportaron un crecimiento  de 8.1%.

Estas cifras plantean que aunque se refleja cierto crecimiento en lo que va de año, ha sido muy inferior a lo logrado en el 2012.

 

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Llegada mensual de pasaheros 2013. Fuente: Banco Central de la RD.

 

En este mismo sentido, pero en el plano exterior, una interesante voz es la del profesor español  Manuel Figuerola quien en una visita que hizo al país, en el marco una  feria de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes, citó como grandes enemigos de la sostenibilidad turística criolla el desinterés político en transformar el turismo en un turismo de calidad, la dependencia comercial externa, la monotonía en la imagen turística del país, los esfuerzos que hacen los países competidores, la liberalización del régimen cubano, que haría más atractiva a Cuba como destino turístico, y la caída en las inversiones extranjeras en el territorio nacional.

Refirió además como una amenaza la no formación de recursos humanos con calidad, lo que describió como el  factor prioritario en el desarrollo de un turismo sostenible. En este sentido citó como muy importantes la inversión en formación continua y ocupacional y consideró necesario dotar de inteligencia a los recursos humanos, lograr que éstos tengan un adecuado manejo de las tecnologías, y favoreció que se desarrollen programas de investigación.

El también director del Doctorado en Turismo de la Universidad de Nebrija, España, explicó que el logro de la competitividad en el sector turístico es el  resultado de varios factores, como son formación, calidad, imagen, productividad y coste.

Finalmente, Figuerola citó el perfil de infra calidad de servicios, un bajo nivel formativo, la falta de oferta de apoyo, la insuficiencia en el turismo interno, la baja formación técnica de los recursos humanos, por lo que dijo que hacia el futuro se deben incorporar nuevas técnicas.

Volviendo al plano local, en varias ocasiones y escenarios, el reclamo de Asonahores ha ido desde elementos esenciales como la necesidad de que se ejecuten planes de limpieza, aseo y desarrabalización en los polos turísticos y en las concentraciones urbanas alrededor de estos, hasta otros como el sostenido por su actual  presidente, Luis Emilio Rodríguez Amiama, quien propuso al Gobierno asumir el crecimiento turístico como una estrategia de  corto y mediano plazo  para apoyar  la economía, reducir la dependencia del financiamiento externo  y tener más divisas para apoyar el aparato productivo nacional.

 

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A veces el reclamo de entidades del sector turismo  ha sido tan simple como ejecuten planes de limpieza, aseo y desarrabalización en los polos turísticos

 

Una nueva amenaza. Pero a estos retos se suma un factor que sobretodo en la última década se ha intensificado: la inseguridad ciudadana. En este sentido, el mismo Rodríguez Amiama, ha señalado en varios medios de comunicación. incluyendo este periódico, que el sector está altamente preocupado por los efectos negativos que dejan en el turismo la violencia y la criminalidad.

Para ilustrar su análisis destacó que en el Índice de Competitividad Turística del Foro Económico Mundial, la República Dominicana aparece en desventaja con relación a algunos de los competidores de la región, pues en el referido informe el país aparece en los lugares 123 y 139, de una lista de 140 naciones en las que se midieron los costos asociados al crimen y la violencia y la confianza en los servicios policiales.

 

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Explicó que de acuerdo con el informe, en seguridad y protección el país ocupa el puesto 111, con una puntuación de 3.9, mientras que Barbados  ocupa la 32, Puerto Rico  la 62, Costa Rica la 68, Panamá la 70, Nicaragua la 82, Jamaica la 95.

En ese sentido, el empresario turístico planteó que para mejorar esa situación las autoridades deben aumentar las inversiones en seguridad, reorganizar los servicios policiales, avanzar en la persecución del crimen y mejorar la administración de justicia.

 

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La gráfica muestar el ICT.  Fuente: Infografía Periódico HOY

Otros importantes retos. En opinión de la periodista Patria Reyes también es necesario redoblar los esfuerzos para  diversificar el producto turístico, ampliar los incentivos a todo el territorio nacional, bajar los niveles de inseguridad y potenciar las zonas de mayor atractivo para los turistas.

“Es necesario lograr avanzar en materia de competitividad bajando los costos de los pasajes aéreos y abriendo nuevas rutas que faciliten el transporte de los visitantes. Otro reto importante es que las comunidades que coexisten alrededor de los destinos turísticos crezcan en lo económico, se enriquezcan culturalmente, y  no sean afectadas por un turismo malsano”, escribe en una nota publicada en HOY.

Todas estas sugerencias y peticiones son válidas, pero es igualmente necesario que además se acojan las disposiciones necesarias para el gran turismo verde.

Turismo ecológico, la gran apuesta. Bahía de las Águilas, El Salto de Aguas Blancas, la Reserva Científica Ébano Verde son joyas naturales que nos reclaman ser parte de un modelo turístico que les permita exhibirse sin arriesgarse

Con el turismo ecológico o ecoturismo, ese tipo de turismo que se centra en la preservación del medio natural que acoge a los viajantes, República Dominicana puede, además de proteger estas riquezas naturales, brindar a las poblaciones locales oportunidades de empleo y desarrollo.

Lo mismo debe lograrse a través de procesos que promuevan la conservación, que tengan el menor impacto ambiental posible y que, tal como hemos dicho,  propicie la participación activa de las poblaciones locales, tanto en los procesos de planificación, como en la distribución de los beneficios obtenidos.

 

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Es importante que las actividades económicas del sistema productivo nacional se incorporen a las propuestas del modelo ecoturístico. Foto: HOY/Joan Alemany Núñez

 

Esto aumentaría el interés hacia la flora y la fauna de estas zonas, unas de las más ricas del país. El turismo es una actividad rentable que reporta ingresos tanto directos como indirectos que ayudaría al mejoramiento de las áreas protegidas (siempre y cuando se cumpla la regla de que se reinvierta una parte importante en la conservación y uso sostenible de los espacios protegidos).

En el plano ecoturístico, República Dominicana  también tiene fortalezas, ya que este tipo de turismo puede combinarse con otros como el turismo de aventura y  el turismo cultural, para aumentar el nivel de interés de los visitantes y volvernos así un destino totalmente irresistible.

Y es que tal vez con este tipo de turismo nos podamos dar esa mirada hacia dentro que tanta falta nos hace a los dominicanos. Tal vez así podamos entender que vivimos en una isla pequeña, pero que nuestras posibilidades son grandes. Tal vez entonces podamos amarnos y disfrutarnos.

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