El Departamento de Investigación de Crímenes y Delitos de Alta Tecnología (DICAT), de la Policía Nacional, ha resuelto más de 80 por ciento de los 1,040 casos que recibió durante el año pasado.
El delito electrónico más común en el país es la difamación y amenaza vía telefónica, con un total de 267 casos resueltos. En segundo lugar figura la difamación y amenaza vía correo electrónico e Internet. Se resolvieron 109 casos.
El tercer lugar lo ocupa el phishing (estafa diseñada para robar la identidad), con 84 casos resueltos, seguido de la sustracción de equipos electrónicos y clonación de discos compactos (CD) y películas.
El departamento que dirige el coronel Licurgo Yúnez Pérez tiene registrados 22 delitos electrónicos.
Yo creo que está a niveles de preocupación la difamación vía correo electrónico y el robo de cuentas de correo, dijo Yúnez Pérez en su despacho.
La Ley 53-07 sobre Delitos Electrónicos, promulgada el 23 de abril de 2007, tipifica la difamación, la cual se comete de la siguiente manera: un ciberdelincuente toma una joven y la envía por correo diciendo que es una prostituta o divulga una información de una empresa, desacreditando el negocio.
Los delincuentes informáticos utilizan lo que se denomina ingeniería social, que consiste en la práctica de obtener información confidencial a través de la manipulación de personas.
Uno de los principales casos resueltos por el DICAT es el del artista español David Bisbal cuando dos de sus admiradores violaron su correo electrónico y amenazaron con difundir fotografías suyas si no les entregaba 75 mil euros.
El DICAT cuenta con un personal técnico entrenado dentro y fuera del país, incluido en la Oficina de Investigación Federal (FBI).
Desde discotecas, cibercafés y tiendas de licores funcionan bandas que persuaden a jóvenes para que les presten una cuenta bancaria, bajo el alegato de que les llegaría un dinero de Estados Unidos.
A través del departamento de la Policía se ha logrado recuperar este año 44 computadoras portátiles y 87 teléfonos celulares.
Empleados insatisfechos y ex empleados, cuando las empresas se olvidan de cancelar los privilegios en informática, destruyen bases de datos.
El Dicat controla los fraudes electrónicos a bancas de lotería, pues determina si hubo una transacción sospechosa dentro de la máquina o no.
En los delitos electrónicos se usan dos armas: las computadoras y el conocimiento mediante la técnica del engaño.
Caso lamentable
El francomacorisano Pedro Paulino Then (nombre ficticio) fue engañado a través de la carta nigeriana, que es un fraude que se ejecuta a través de correo electrónico no solicitado.
Esta estafa consiste en ilusionar a la víctima con una gran fortuna que, en realidad no existe, con la finalidad convencerlo luego para que pague una suma de dinero por adelantado como condición para acceder a la supuesta fortuna.
A Paulino Then le llegó un correo en el que se le informaba que un ancestro suyo había dejada una herencia de cinco millones de dólares. Para recibir la fortuna debía enviar 2,000 dólares. Paulino Then vendió vacas y envió el dinero solicitado.
De Nigeria le mandaron unos papeles falsificados con el título de dinero del banco. Paulino Then vendió todas sus vacas, las de su hermano y tío para viajar a Nigeria, donde se convertiría en millonario.
Tras un largo viaje al país africano, a Paulino Then le mostraron un moderno BMW con lingotes de oro falsos. Paulino Then gastó más de RD$400,000. Ahora no sabe cómo pagar la deuda.
El director del DICAT considera que la gente confía mucho y puede caer en las garras de cualquier ciberdelincuente.
Cuenta los casos de señoras que se enamoran de su príncipe azul, tras varios años de soltería. Este solicita la apertura una cuenta bancaria, hace una transferencia y desaparece.