La Junta Central Electoral (JCE) ha hecho un anuncio tranquilizador, al informar a organizaciones locales y organismos internacionales que tendrán absoluta libertad para observar el desarrollo de las elecciones del 15 de mayo próximo. La democracia es un régimen que tiene que exhibir sus virtudes en casa de cristal, a la vista de todos, sin censuras ni ocultamiento, y bajo la única condición de que todos respeten los límites naturales de toda competencia electoral. Decisiones como estas son comunes en los países que más han madurado en el ejercicio de la democracia.
Siempre ha sido útil que grupos cívicos locales y organismos internacionales puedan llevar a cabo sin cortapisas su labor de observación y que puedan exponer su visión crítica sobre aspectos no diáfanos en el proceso. Si la autoridad ha tenido una alta proporción de responsabilidad en nuestro avance democrático, no hay duda que los observadores electorales han ejercido una tarea de útil contrapeso.
El conteo manual de una proporción de los votos de los recintos electorales es una práctica que permitiría corroborar la buena marcha del escrutinio electrónico de la data electoral, y al transparentar ese ejercicio la JCE contribuye a confiar más en el proceso. Este medio valora la utilidad de las decisiones de la Junta en cuanto a la libertad de observación de las elecciones.

Solidaridad con Ecuador

Los ecuatorianos sufren en estos momentos el amargo drama de la pérdida de vidas, heridos y destrucción provocados por un devastador sismo de 7.8 grados que sacudió una zona costera cercana a la frontera con Colombia. La búsqueda de sobrevivientes y heridos debajo de los escombros, en medio del deterioro de servicios públicos vitales que acompaña siempre a estos fenómenos de la naturaleza, es una dificultad para la que ningún país está preparado.
La solidaridad internacional debe volcarse de manera abundante y oportuna hacia las zonas afectadas del hermano país suramericano. Este es el segundo sismo de gran magnitud que con poco tiempo de diferencia sacude zonas del mundo. Antes ocurrió en Japón y los científicos lo toman en cuenta. Ecuador espera por la buena voluntad de sus hermanos.