Desafío

Desafío

Desafío.- En esencia, es lo mismo de siempre; nos decidimos a poner el candado solo después de que nos roban, pero hay que reconocer que tras lo ocurrido en Najayo-Hombres no había de otra. El Procurador General de la República, Francisco Domínguez Brito, anunció ayer que ha sido reforzada la seguridad en todos los recintos carcelarios del país, declarados en estado de alerta permanente. Mientras tanto, las informaciones preliminares sobre el propósito del ataque del pasado viernes, en el que perdieron la vida el supervisor de Najayo, dos agentes penitenciarios y tres reclusos, son sencillamente alarmantes, pues las autoridades creen que la operación fue planificada y ejecutada por una banda de narcotraficantes que intentaba liberar a un conocido sicario, al que necesitaban en las calles para encomendarle un trabajo “de envergadura”. ¿Qué trabajo era ese, por el que valió la pena arriesgarse a tal extremo? Eso no lo saben, o no lo han dicho todavía, las autoridades que realizan las investigaciones, pero es evidente que quienes se atrevieron a atacar a tiros la cárcel de Najayo, utilizando incluso armas de guerra, son capaces de cualquier cosa y mucho mas. Por lo pronto, está claro que lo que ha sucedido constituye, como bien lo definió Fray Arístides Jiménez Richardson, coordinador de la Pastoral Penitenciaria, un desafío al Estado dominicano, a su autoridad; falta saber ahora si el Estado estará a la altura de ese desafío y, sobre todo, si sabrá darle la respuesta adecuada. Y para que eso ocurra la investigación que dirige la Procuraduría General de la República tiene que llegar –como suele decirse– hasta las últimas consecuencias, que no pueden ser otras que el apresamiento y sometimiento a la justicia de todos y cada uno de los responsables de ese ataque. Sin olvidarse, por supuesto, de los cómplices que desde dentro del penal y amparados en su autoridad intentaron facilitar la frustrada fuga.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas