Los revolucionarios de América Latina consideran que el eventual levantamiento del bloqueo que por más de medio siglo mantuvo Estados Unidos a Cuba sería un triunfo de Fidel Castro y de la revolución que dirige hasta este momento, según los dirigentes de izquierda Fidelio Despradel y Rafael Chaljub Mejía, quienes coinciden en señalar que la Revolución Cubana se ha fortalecido y que hay que ver cómo el desbloqueo va a incidir en la política de los países de la región.

Aplauden que Estados Unidos reanude las relaciones diplomáticas, comerciales y políticas con Cuba, rotas desde 1961, y a la vez, que Fidel aparezca como el líder que dirigió el país que resistió el embargo con firmeza. Despradel, historiador y dirigente político, reconoce que las negociaciones entre Estados Unidos y Cuba fueron secretas, pero lo entiende como “un triunfo personal de Fidel y de la Revolución Cubana”.

Dijo que el anuncio para poner fin al embargo coincidió con la reunión del Mercado Común del Sur (Mercosur), del que sostiene su fortalecimiento es importante y estrategia de independencia de los países más avanzados de América Latina en relación con Estados Unidos.

Expresa que Fidel persistió hasta que Estados Unidos tuvo que reconocer que más de 50 años de embargo no lograron doblegar al pueblo cubano.

En tanto, el militante del Partido Comunista del Trabajo y dirigente de la izquierda, Chaljub Mejía, establece que la decisión de Estados Unidos de volver a tener negocios con Cuba es un “triunfo de la perseverancia, de la firmeza en los principios, del valor, de la dignidad y del realismo político”.

Califica de un sinsentido mantener aislado a un país que cada día tenía más amigos. Considera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pasará a la historia como el presidente que hizo posible el levantamiento del bloqueo a Cuba, pero el triunfo, “ese se lo lleva Fidel”.

El escritor manifiesta que Estados Unidos actúa movido por intereses económicos y políticos, “en todos los sentidos. Cuba es un campo importantísimo para las inversiones, para el negocio, para el lícito comercio”.

Sobre la estrategia, reconoce el gesto de Obama, al tiempo de citar que el propio presidente de Cuba y hermano de Fidel, Rául Castro, dijo “que la decisión de Obama merecía respeto y reconocimiento”.