Desde los tejados. Resignados a la tumba clientelista

Desde los tejados. Resignados a la tumba clientelista

En su mensaje anual con motivo del 27 de febrero, nuestros obispos se preguntaban: “¿dónde está el respeto a la persona, dónde fue a parar la honradez, el amor al trabajo y la responsabilidad?” (No. 53).

A pesar de encomiables pasos y logros, nuestro pueblo pareciera haberse resignado a vivir en la tumba de la corrupción política.

Esto se debe a que: “…muchos malos políticos se han encargado de despojar la política de su esencia, haciendo que se le vea en muchos rincones del mundo como sinónimo de “mentira, engaño, negocio, corrupción, inmoralidad, demagogia y suciedad; ya que muchos se cubren con el manto de la política para sus intereses egoístas y bastardos, apostasías y vilezas”. (No. 7).

¿Qué proponen nuestros obispos” “Hace falta un proyecto de nación consensuado por todos los partidos políticos y las fuerzas vivas de la Nación, donde se prioricen aquellos elementos que contribuyan mejor al progreso y a la paz social. Para esto ha de ser tomado en cuenta el diálogo nacional ya iniciado. Es urgente la aprobación de la Ley de partidos políticos que deje de lado el aspecto clientelar y tenga como orientación fundamental del bien común” … (No. 55).

En el Evangelio de hoy, Juan 11, 1- 45 Jesús también se detiene delante la tumba de su amigo Lázaro. Ya llevaba 4 días en el sepulcro y hasta “olía mal”. Jesús lo llama con voz potente: ¡Lázaro, ven afuera! Y Lázaro se puso en pie y caminó.

Nuestros obispos nos exhortan a priorizar “la educación cívica y política”, a independizar y separar “de verdad los poderes del Estado”. Entonces nuestro pueblo saldrá de la tumba, y “se pondrá de pie y de ese modo se hará el país y la sociedad que todos queremos y deseamos.” (No. 55)

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