DESDE LOS TEJADOS
Aprendiendo de los trinitarios

<STRONG>DESDE LOS TEJADOS<BR></STRONG>Aprendiendo de los trinitarios

Nadie hubiera apostado por ellos, y sin embargo, aquí estamos celebrando una vez más la independencia nacional. De entre los muchos talentos trinitarios, me fijo en su firme fidelidad a sus prioridades.

Las sociedades avanzan gracias a prioridades escogidas con acierto. Escogerlas,   supone una formación humana poco común. Varios sectores la poseen aquí en RD., hoy me fijo en dos: los presbíteros y los profesionales.

Lo que se espera de nosotros los presbíteros, lo expresa Pablo de Tarso en (1ª Corintios 4, 15): “Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, de un administrador, lo que se busca es que sea fiel”.

Aquí en RD los profesionales saben, mejor que nadie,  que necesitamos otro modelo económico y educativo. Pero en lugar de utilizar su capacitación para buscar alternativas, se dedican mayormente a buscar seguridad, acumulando capital y ampliando su influencia social cultivando su imagen en actividades sociales.

En el Evangelio de hoy (Mateo 6, 24 al 34) Jesús nos da dos orientaciones: “No pueden servir a Dios y al dinero” Y más adelante: “¿No vale la vida más que el alimento y el cuerpo que el vestido?”.

Al igual que los trinitarios, Jesús tiene su prioridad: “busquen primero el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura”. Empiecen por los excluidos.

El reto de los sectores dirigentes no es acumular  capital ni influencia, pues esto causa “agobio”, Jesús  lo menciona seis veces en el Evangelio de hoy.  La seguridad del capital y la imagen cultivada es falsa. El reto de los sectores dirigentes es  construir alternativas para que las mayorías se capaciten y puedan poner a rendir las riquezas y oportunidades de esta República,   prioridad de los trinitarios.

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