Narciso Isa Conde acarició la idea de ser médico de la sociedad para ayudar a los más necesitados, pero su mente infantil no imaginó jamás que los acontecimientos históricos que se produjeron en el país en sus años de juventud lo alejarían de ese sueño impulsándolo a vincularse en procesos políticos en contra de la tiranía trujillista, el golpe de Estado a Juan Bosch y la segunda intervención militar estadounidense a la República Dominicana en abril de 1965.
Isa Conde estudió medicina hasta el quinto año en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, convencido “de que debía ser médico de la sociedad”, pero fue expulsado por las autoridades “por el gran movimiento que hicimos cuando querían convertir a la UASD en una institución académica de élite”.
Sus recuerdos de esa época registran sus primeras prácticas en el hospital Padre Billini de la Ciudad Colonial. “Me impactó mucho la pobreza; los pobres no tenían posibilidad de comprar las recetas médicas”.
El 15 de febrero de 2009, la (UASD) invistió a Isa Conde con el título de “Profesor Honorario” de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales “por sus aportes al conocimiento de la problemática socioeconómica nacional y mundial y su participación, junto a esa academia, en el proceso de investigación en el área”.
Décadas de militancia y lucha contra la tiranía trujillista, encarcelamiento, persecución política y atentados contra su vida, no doblegaron su voluntad. Actualmente Isa Conde figura como el dirigente más antiguo de la izquierda revolucionaria. Le sigue Rolando Bretón, quien preside la Fuerza de la Revolución en Santiago de los Caballeros.
“Yo ingresé más temprano que Roberto, pero antes de ingresar al PCD, yo tuve un preámbulo de militancia en la juventud del 14 de Junio. Incursioné directamente en la actividad política a la luz del asesinato de las hermanas Mirabal, acontecimiento que provocó un estado emocional muy fuerte en la juventud y se organizó una cadena de protestas a través de una carta que pasaba de mano en mano. Esa fue mi primera actividad. Para entonces se había develado el complot del 14 de Junio. “Las hermanas Mirabal vivieron en mi casa en una pensión que tenía mi madre; ahí Minerva conoció a Manolo Tavárez Justo y entonces había un entorno que particularmente me produjo una conmoción y abracé la idea”.
A sus amigos
“Quiero dedicar estas palabras a Carlos Ascuasiati, recién fallecido, quien fue uno de los primeros que ingresó al movimiento. Él estuvo retirado varios años por un Parkinson, pero Carlos fue un símbolo para nosotros, era un maestro de la economía dominicana que combinó una visión estructuralista de la economía latinoamericana. Yo le tenía mucho cariño, porque Carlos era de las personas que se dejaban querer inmensamente.
Su hermano inmortal: “Orlando Martínez lo llevó desde jovencito en el corazón. Desde que nos conocimos en 1963 nos sentimos hermanados”.
Si vuelve a nacer…
Pregunta: Narciso, si vuelves a nacer, hipotéticamente hablando, ¿abrazarías nueva vez las ideas revolucionarias por las que has luchado durante más de cinco décadas?
Responde sin titubeos: “Total y absolutamente, una y mil veces si fuera necesario… Estoy muy orgulloso de lo que he sido». Ahora hay más razones para ser revolucionario, porque el sistema capitalista ha evolucionado para lo peor, se ha tornado, el proceso de concentración de capital y de polarización social es mucho más grande; las desigualdades sociales son mucho más profundas. Todo el tema del llamado desarrollo, crecimiento del capitalismo, se ha hecho a costa de procesos de empobrecimiento.